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SOCIEDAD

9 de junio de 2017

Los adolescentes con baja autoestima son más adictos al celular

Los jóvenes que más lo utilizan presentan un nivel de responsabilidad más bajo e inestabilidad emocional. 6 tips para regular su uso.

Los avances de la tecnología en los últimos años provocaron profundos cambios en los hábitos de las personas, especialmente en cuanto al uso de la telefonía celular, las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea. Pero mediante una investigación se determinó que los adolescentes, frecuentes usuarios de este tipo de dispositivos, podrían ser más "adictos" debido a su potencial baja autoestima.

Especialistas del Departamento de Psicología de la Universidad Rovira i Virgili (URV), de la ciudad española de Terragona, realizaron un estudio entre alumnos de bachillerato y estudiantes universitarios que reveló que existen "variables de la personalidad que predisponen a padecer una adicción al uso de los smartphones".

El trabajo es el primero que se lleva a cabo entre población de habla castellana. Entre sus conclusiones se remarcó la existencia de cuatro rasgos fundamentales para el uso adictivo de celulares en los adolescentes: el que más sobresale es el de la baja autoestima, seguido por una importante introversión y un bajo nivel de responsabilidad y de estabilidad emocional.

Para llegar a estos resultados, los investigadores realizaron encuestas -que incluían un test de autoestima y otro de personalidad- a cerca de 250 estudiantes. Esas dos características, según aseguraron, tienen carácter acumulativo, por lo que "personas con baja autoestima podrían tener una mayor predisposición" a padecer esa adicción.

"Estamos en presencia de un nuevo paradigma de comunicación donde los celulares forman parte de la sociedad en general, y dentro de ella los adolescentes no son la excepción", explicó Laura Sabatini, Licenciada en Psicología (M.N 16.057). En ese sentido, sostuvo que los dispositivos móviles "crean una realidad paralela" y vienen a "llenar un vacío" propio de esa etapa de la vida "en la que los jóvenes se cuestionan su existencia".

La profesional aseguró que no se debe "prohibir ni reprimir" su utilización porque esa medida los alejaría "del entorno que necesitan para relacionarse". Sin embargo, indicó que es responsabilidad de los padres controlar "el uso de las redes a las que accede y con qué tipo de personas interactúa" para evitar cualquier tipo de inconveniente.

Según las últimas estadisticas existentes sobre el tema, en el mundo hay mayor cantidad de usuarios de celulares que personas habitándolo. En Argentina, en tanto, la situación no difiere demasiado: hay un celular y medio por persona. Y muchos de ellos son adolescentes que disponen de la tecnología desde temprana edad con la autorización de los adultos.

Consejos para un uso saludable del teléfono celular

Controlar el hábito. Estudios desarrollados por empresas de marketing y aplicaciones móviles determinaron que, en promedio, se revisa el teléfono más de 100 veces al día. Evaluar de qué manera el celular afecta en las actividades diarias llevará a comprender que no se puede estar atento al aparato en cada momento e impulsará a reducir su revisión constante. Crear un compromiso propio para su debida utilización es fundamental.

Desinstalar aplicaciones con las que se pierda demasiado tiempo. Los jóvenes suelen descargar a su teléfono infinidad de aplicaciones que muchas veces no ayudan al normal desarrollo de sus actividades diarias, sino que las entorpecen. Lo mejor es dejar solo las que se consideren importantes en el día a día, para estudiar o comunicarse con familiares y amigos.

Establecer horarios determinados de consulta. En casa o en el colegio, que no ocupen más tiempo del necesario. Un poco de ocio no está mal, como así tampoco una auto regulación del tiempo que se pasa con ellos en redes sociales o servicios de chat.

No mirarlo en clases, en una salida con amigos o comiendo en casa. Respetar los espacios de diálogo cara a cara en un momento de encuentro determinado, académico o social, puede colaborar con la reducción del uso del teléfono.

Cuando se estudia en casa, debe quedar a un lado. El celular puede ser una distracción permanente al momento de realizar una tarea escolar o preparar un examen. Si está apagado o en otra habitación, se podría optimizar el rendimiento y aumentar la concentración.

No utilizar dispositivos antes de dormir. Pasar tiempo con el celular, la tableta o la computadora antes de dormir favorecerá a una correcta conciliación del sueño. Lo mejor es cortar su uso temprano para lograr un buen descanso.

 

FUENTE: TN

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