POLITICA
20 de septiembre de 2022
El Senado de la Nación distinguirá a Onofre Paz con el Diploma de Honor
Nacido el 18 de diciembre de 1941 en el pueblo de Chaupi Pozo, provincia de Santiago del Estero, Onofre Paz es considerado por muchos especialistas como LA VOZ por antonomasia del folclore.
Onofre Paz, fundador y mítica primera voz del tradicional conjunto Los Manseros Santiagueños, será distinguido con el Diploma de Honor del Senado de la Nación “En Reconocimiento a su Trayectoria y Aporte Cultural al Folclore”, por iniciativa de los senadores santiagueños José Emilio Neder, Claudia Ledesma Abdala de Zamora y Gerardo Montenegro.
La ceremonia de entrega del Diploma de Honor se realizará el viernes 30 de septiembre, a las 16hs. en el Salón Azul del Senado, donde está previsto contar con la presencia de invitados especiales y otros exponentes de la música folclórica.
La voz
Nacido el 18 de diciembre de 1941 en el pueblo de Chaupi Pozo, provincia de Santiago del Estero, Onofre Paz es considerado por muchos especialistas como LA VOZ por antonomasia del folclore, quien a través del canto acaricia el alma de su público. Pasó su infancia en Gramilla, comunidad de aproximadamente 3000 habitantes de donde es oriunda su familia.
Este pueblo, como tantos otros, se fundó en los años que comenzara el tendido del Ferrocarril Mitre, y su principal punto de referencia era la estación. De condición muy humilde, aprendió guitarra con una tablita y cuerdas de alambre. A cada obstáculo se sobrepuso con una voluntad inquebrantable. Siendo muy joven, ya cantaba en peñas informales de Las Termas de Río Hondo.
También ganó como solista un concurso organizado por Radio Belgrano y Radio Philips, consiguiendo así su primer viaje para cantar en Buenos Aires. Comenzó a afirmarse en los escenarios junto a Leocadio del Carmen Torres, a dúo, en el año 1959, fundando posteriormente con su compañero el reconocido y siempre vigente conjunto folclórico Los Manseros Santiagueños.
Junto a Torres, decide probar suerte en Buenos Aires. De dos pasaron a ser cuatro: sumando a Carlos Carabajal y Carlos Leguizamón, se reconvirtieron de dúo vocal a formación tradicional con tres guitarras y un bombo. En 1963 graban su primer disco de larga duración, y a partir de allí transitan el camino de consagración como referencia del folclore santiagueño. Al tiempo inician las giras con el ballet de Santiago Ayala “El Chúcaro”, y Norma Viola. En 1967 actúan por primera vez en el Festival de Cosquín, ya sumando permanentes presentaciones por todo el país.
Características
Varias son las características que instalaron a Onofre Paz y Los Manseros Santiagueños en el lugar de prevalencia que ocupan. Sobre todo, el respeto por lo auténtico y genuino de la provincia que los vio nacer: Santiago del Estero.
Entre sus temas de variados ritmos folclóricos, se destacan principalmente todos aquellos que son claramente de su terruño, poblado de chacareras, gatos y escondidos. También las polcas, con las cuales se amplió el repertorio conquistando otras latitudes. Como detalle, en los más de 50 discos que Los Manseros llevan grabados hasta la fecha, el único integrante que está en todos es Onofre, cuyo filón de poeta aportó además composiciones memorables.
Autodidacta e intuitivo, los entendidos del género dicen que no hay rasguido como el suyo. Un ritmo arrancado con mano llena, para un público fiel que se renueva generacionalmente y celebra su estilo inamovible. “El Negro” es heredero de lo que él mismo construyó.
Con los años se ha ido convirtiendo en leyenda viva. Es ese símbolo cuya voz representa el ícono de la música nativa, y cuya guitarra fidelizó un estilo. Expresa una simbiosis de comunión y pertenencia, sustanciosa y esencial para poder reconocerse como parte fundamental de la cultura popular.
Fuente:El Liberal
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