OPINIÓN
23 de mayo de 2022
Mayo de 1982, el mes que Santa Fe alcanzó los dos dígitos de desempleo
Junto al aglomerado San Miguel de Tucumán y Tafí Viejo fueron las dos primeras del país. El 10,7 de desocupación de esa medición fue consecuencia de decisiones políticas que destruyeron el aparato productivo.
En mayo de 1982 el desempleo del aglomerado Santa Fe -que incluye la ciudad capital de la provincia, Sauce Viejo, Santo Tomé y Recreo – llegó a los dos dígitos y se convirtió, con el de San Miguel de Tucumán y Tafí Viejo, en los dos primeros del país en alcanzar tan trágicos porcentajes como consecuencia del plan económico que puso en marcha Martínez de Hoz en 1976.
El Indec empezó a medir la tasa de desocupación a partir de 1974 y se difundía dos veces por año: mayo y octubre. En la primera medición, la tasa de desempleo en el país era del 5%, en el gran Buenos Aires era del 4,2%, en el gran Córdoba del 8%, en Comodoro Rivadavia del 4,6%, en el gran Mendoza del 5%, en el gran Rosario del 4,6%, en Posadas el 7,6% y en Tucumán el 10,6%.
El aglomerado Santa Fe aparece en octubre de 1974 con una tasa de desempleo del 5,5% y hasta octubre de 1981 nunca había superado el 6%. La medición de ese mes dio 8,3% y anticipó la de mayo de 1982 que alcanzó el 10,7%. El promedio en todo el país por entonces era del 6% y solo el aglomerado Tucumán – Tafí Viejo tenía dos dígitos de desempleo, producto del cierre de los talleres ferroviarios.
Estos números se alcanzaron en el medio de otra tragedia argentina, la Guerra de Malvinas, y fue consecuencia de decisiones políticas ejecutadas sin piedad y a conciencia por el gobierno militar a partir de marzo de 1976 que tuvieron como objetivo la destrucción del aparato productivo, en particular la industria, que había convertido a los argentinos en los ciudadanos de mejor calidad de vida de Sudamérica y a la sociedad en una de las más justas.
Desde entonces todo fue cuesta abajo, a excepción de algunos pocos períodos de la historia de los últimos cuarenta años. El desempleo trajo consigo pobreza y con ella la degradación de las condiciones de vida de la población que fue creciendo como capas de cebolla con cada una de las crisis que se desataron desde entonces como la de la década del 80 que terminó en hiperinflación y la década del 90 con la explosión de la convertibilidad.
Desde mayo de 1982 y hasta mayo de 2003 se dieron a conocer 43 mediciones semestrales sobre desempleo. En 33 el aglomerado Santa Fe tuvo índices de desempleo superiores a los dos dígitos, 8 de un dígito y en 2 no se informaron los resultados. En ese período de tiempo nunca la desocupación fue inferior al 7,6%. El más alto fue en mayo de 2002 con 23,4%.
Alcanzar los dos dígitos de desempleo no tendría que haber sorprendido a ningún santafesino, informado o no. Si bien desde el inicio desde 1976 el proceso de desindustrialización y precarización de las condiciones de vida de los trabajadores, en particular los industriales, una lectura de los diarios de 1981 y los primeros meses de 1982 no dejan lugar a dudas.
En los tres primeros meses de 1981 algunas empresas emblemáticas de la ciudad como Bahco despide al 10% de sus trabajadores y Tool Research suspenden a buena parte de su personal y pide el concurso preventivo; otras no pagan sueldos como es el caso de Metalúrgica San Carlos o visitan al arzobispo de Santa Fe monseñor Zazpe para pedirles que intervenga en conflictos.
En marzo -mes emblemático para la industria argentina porque se ordena la liquidación de la empresa Siam, una de las más importantes de la historia que por entonces tenía 3.500 trabajadores-, la fábrica de tractores Fiat de Sauce Viejo despide 30 trabajadores más. Por entonces, solo quedaban unos 150 empleados, la mayoría administrativos, de los 4.500 que tenía tres años antes.
Lejos de mejora, en abril todo empeoró. La fábrica de tornos Sideral suspendió a 175 personas, parte de ellos fueron despedidos, que reclamaban por el pago de sus salarios y también se paralizó Aceros Rincón. Meitar Aparatos suspendió a parte de sus empleados por "deudas y sobrestocks".
En junio de 1981, una delegación de la UOM seccional Santa Fe fue recibida en Casa de Gobierno por el gobernador, Contraalmirante Rodolfo Luchetta a quien le informan que en el sector metalúrgico habían sido despedidos en los últimos tiempos 2.632 trabajadores, que el sector se encontraba "al borde del colapso", en un contexto donde "los grandes y medianos establecimientos habían cerrado o paralizado su producción" y los pequeños talleres de hasta 20 trabajadores prácticamente habían desaparecido dejando en la calle a unos 1.000 trabajadores.
Ese mismo mes, mientras el ministro de Economía Lorenzo Sigaut advertía a los argentinos que "el que apuesta al dólar pierde", los dirigentes gremiales de la delegación local de Smata informaron que desde 1977 y hasta ese mes de 1981 entre concesionarios de ventas de automóviles y talleres mecánicos de la ciudad habían sido despedidos 624 personas; y las empresas constructoras de la región "cesaban sus actividades abrumadas por múltiples factores como los costos financieros".
El presidente de la Unión Industrial de Santa Fe, Angel Lombardi, envió por entonces un informe a la comisión de la UIA con los resultados de un relevamiento realizado entre 45 empresas de distintos rubros en un contexto donde a la crisis económica se le sumaba las consecuencias de una inundación que afectaba el centro norte de la provincia. Algunas de los resultados fueron los siguientes: solo el 13% de las empresas estaban con problemas menores mientras que el 87% los describía como muy significativos, más del 50% vendía la mitad o menos de lo habitual y el 65% pensaba que la situación iba a seguir deteriorándose.
En agosto de 1981 el Centro Comercial de Santa Fe dio a conocer un informe que revela que desde marzo de ese año se habían cerrado en la ciudad 825 comercios y que entre junio de 1980 y julio de 1981 había habido 1.800 cierres de comercio. Una reunión de empresario resuelve a fines de ese mes no festejar el día de la Industria el 2 de setiembre porque lo consideraban un día de duelo y solo se colocó una ofrenda floral en el busto de Carlos Pellegrini.
Por entonces, los despidos estaban todos los días en los diarios: 6.500 empleos perdido en un semestre en la industria textil, 1700 petroleros en 4 meses, 2.400 obreros aceiteros en 4 años. Saul Ubaldini, líder de la CGT, informó que había en Argentina 1,6 millones de desocupados, mientras que un informe de la UOM seccional Santa Fe indicaba que en los meses de junio, julio y agosto había habido 274.184 horas de suspensión aplicadas por las empresas que adujeron "falta de trabajo no imputable al empleador"-
Un mes después, los representantes gremiales de Smata Santa Fe le informan al gobernador Luchetta que en la región eran despedidos un promedio de 64 trabajadores mensuales de su gremio y advierten sobre "el envilecimiento de las remuneraciones, que ha hecho prácticamente despreciable la incidencia de la mano de obra en la fijación de los precios".
En octubre Fiat y Bahco vuelven a suspender trabajadores y al mes siguiente esta última anuncia la suspensión total de la producción para el mes de diciembre por "la recesión del mercado interno y la avalancha de productos importados de baja calidad a precio de dumping" y a fines de ese mes se informa que la paralización de obras públicas y privadas, grandes y pequeñas, había dejado din empleo a unos 2 mil obreros en la ciudad.
El año 1982 siguió barranca abajo. En enero Fiat despidió a 23 trabajadores más que estaban suspendidos, en febrero 36 empleados de la metalúrgica Zacarías Faynberg también fueron despedidos, en marzo son despedidos 300 trabajadores que integraban el proyecto del Paraná Medio, Sideral despidió a 29 empleados más y así podría seguir.
La ciudad de Santa Fe fue hasta mediados de la década del 70 una de las más modernas y progresistas del país, donde el ascenso social, el desarrollo económico y el movimiento cultural marcaron a varias generaciones. Los santafesinos hemos escuchado de nuestros padres como era vivir entonces.
También muchas veces hemos escuchado hablar de como se ha empobrecido y degradado la ciudad y sus habitantes desde entonces, responsabilizando a unos y a otros. No muchos hicieron algo por revertir la situación que avanzó ante la indiferencia de la mayoría hasta dejarnos en la situación que estamos hoy.
Fuente:El Litoral
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