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AGRICULTURA

3 de marzo de 2022

Las lluvias trajeron nuevas expectativas para los cultivos

"Fueron muy importante los efectos que tuvo la lluvia sobre los distintos cultivos, particularmente en soja temprana, soja de segunda, maíz tardío y sorgo granífero", indicó el informe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Santa Fe.

Las precipitaciones fueron de gran ayuda teniendo "el estado fenológico que atravesaban cada uno de ellos, ya sea, etapa de floración o fructificación, generándose así, nuevas e importantes expectativas por los resultados finales".

Los montos pluviométricos acumulados fluctuaron entre mínimos de 10 a 12 mm con máximos de 85 a 100 y en lugares puntuales, alcanzaron los 120, en general los promedios oscilaron desde 30 a 45 mm. 

Sin embargo, continúa siendo muy crítica la situación en el área centro ? norte del departamento General Obligado, desde el distrito Avellaneda hacia el norte, en el límite con la provincia del Chaco y el departamento Vera, desde el distrito Garabato hacia el norte, donde los registros de lluvias fueron bajos, no superaron los 15 mm, no se modificaron los estados de la cosecha gruesa, cuya reacción fue muy escasa o nula y cierto número de parcelas mostraron situaciones irreversibles con pérdidas totales.

Soja

La inestabilidad climática con precipitaciones y temperaturas en descenso, generaron escenarios muy favorables para la soja de primera, particularmente por los estados vegetativos en que se encontraba el cultivo: llenado de grano. 

Por esta razón, un 80 % de los cultivares se mostró en estado bueno a muy bueno, con algunos lotes excelentes, como consecuencia de los cambios en las condiciones climáticas, que generaron las lluvias desde mediados de enero hasta fines de febrero. 

En el 20 % restante del área implantada, el impacto de la ausencia de precipitaciones y el elevado régimen térmico durante los primeros 16 días del año, dejaron indicadores muy marcados, tales como, limitaciones en el crecimiento de las plantas, amarillamiento o marchitamiento de las hojas basales y en lotes puntuales, la pérdida de ejemplares por mortandad, realidad irreversible. 

En la soja de segunda, la ausencia de precipitaciones de importancia y el déficit hídrico sufrido incidieron sobre los cultivares. 

Un 60 % de los sojales se encontraron en buen a muy buen estado, con buen desarrollo de las 14 estructuras de las plantas y un importante número de ellos, llegó a los cierres parciales o totales de los surcos. 

Un 25% reaccionó más lentamente, dadas las precipitaciones irregulares o la etapa fenológica en que se encontraban y el 15% restante continuó en situación irreversible, con pérdida por mortandad de plantas, especialmente en los sembradíos con limitaciones edáficas en sus suelos. 

El SEA destacó la importancia que tendrá el monitoreo seguimiento y evaluación de la reacción de los cultivares ante las precipitaciones ocurridas en la semana y los futuros pronósticos. 

Maíz de segunda

Ante la inestabilidad concretada en los distintos departamentos del SEA, el maíz tardío o de segunda, en sus diferentes y variables estados vegetativos, deberían monitorearse fundamentalmente con la finalidad de la evaluación al impacto que tuvieron las lluvias. 

Los maizales continuaron manifestando gran amplitud de estados vegetativos, por lo que se encontraron desde muy buenos o excelentes a malos, incluso en un mismo departamento, situación que se detectó en toda el área de estudio. 

Un interrogante que se seguiría monitoreando y analizando, sería la incorporación o no, de nueva tecnología. 

Algodón

Sin variación en el estado de los algodonales, los que continuaron siendo muy variables, a nivel general, debido a las precipitaciones ocurridas en cada zona desde mediados del ciclo hasta la fecha, los más perjudicados fueron los de la parte norte de los departamentos General Obligado y Vera, donde las pérdidas se incrementaron con el transcurso de los días y alcanzaron situaciones irreversibles el 95 al 100 % de ellos.

 Los mayores daños ocurrieron en el número de cápsulas retenidas, la caída prematura de las hojas, escaso crecimiento y generación de estructuras reproductivas. 

 Además, se aceleró puntualmente el proceso de apertura de las cápsulas, por lo que, como medida agronómica se realizaron aplicaciones de reguladores de crecimiento con dosis completas, para la interrupción del desarrollo de las plantas y así, la posible retención, para su futura cosecha durante los próximos días. 

En los lotes, donde se perdió toda la carga, como última opción, se los dejó a la espera de lluvias, para la posible generación de nuevas estructuras reproductivas, reiniciándose el ciclo, prolongándose su recolección hasta los meses de junio o julio, siempre que las condiciones climáticas lo posibiliten, con todo el riesgo que implicaría el manejo de la influencia del picudo algodonero. 

Fuente:Campo Litoral

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