17 de febrero de 2022
Plata o plomo: más comercios analizan cerrar sus puertas en Rosario ante las extorsiones narco
La modalidad extorsiva provoca que cada vez más comerciantes estudien la opción de bajar sus persianas. Pocos son los que están decidiendo pagar lo exigido y ver si cesan las amenazas. Se trata de una situación que se multiplica y que no distingue barrio ni rubro.
No importa la zona ni el rubro, las amenazas extorsivas para que se paguen abultadas sumas de dinero a cambio de que no les baleen el negocio están a la orden del día en Rosario. La situación se agravó tanto que ya hay dos comercios que oficialmente decidieron bajar sus persianas y unos tantos otros que lo están evaluando.
La reconocida carnicería ubicada en el sur de la ciudad en Bv. Seguí y Lavalle optó por cerrar definitivamente ante dos tiroteos consecutivos contra el inmueble. Ante la indefensión absoluta y la incapacidad de pagar los 100 mil pesos que les exigían para cesar las balaceras, decidieron bajar las persianas.
Este es uno de los tantos casos que se están produciendo en Rosario. Comerciantes que sucumben ante los “tira tiros” y que no soportan la presión de trabajar con miedo. La modalidad extorsiva de grupos narco que obligan a que les paguen una abultada suma de dinero a cambio de que no les ataquen su local ya no es una novedad.
Más casos
Según confiaron a Mirador Provincial dos comerciantes de distintos rubros, que pidieron exclusiva reserva de su identidad y negocio, uno de ellos está dispuesto a pagar la suma que le exigieron y ver si tras el pago, las amenazas cesan. Mientras que el otro emprendimiento familiar está evaluando la situación y decidiendo, inclusive, si continúan viviendo en la ciudad o migran fuera del país.
Las amenazas no distinguen segmentos comerciales. Así es que también decidió cerrar la concesionaria de Bv. Oroño al 5.500 esquina Hilarión de la Quintana, que de la noche a la mañana se vio totalmente vaciada.
El titular de la firma contó públicamente que cerró el comercio, porque ya “no nos puede cuidar nadie”. “Ese es el problema. Estamos atravesando un momento muy complicado en Rosario. Llevo más de diez años en este rubro y que tengo el negocio abierto y habilitado hace cinco años. No sé qué voy a hacer ahora. Estoy muy triste por tener que cerrar con todo lo que eso implica, con la gente que se queda sin trabajo y por lo que generó con todo esto. Nunca creí que podría atravesar por algo así”, indicó.
Tras sus intentos de enfrentar a los mafiosos, la última balacera que recibió la semana pasada lo llevó a tomar la cruda decisión. Es que, según comentó, el sentimiento de desprotección que sentía y la ausencia de una ayuda estatal concreta que le garantizara trabajar con tranquilidad nunca llegaron.
Extorsiones
La ola de amenazas extorsivas que acecha a Rosario viene in crescendo semana tras semana. Pese a las reuniones que los funcionarios provinciales vienen manteniendo con miembros del poder judicial federal y los cambios de mando en las fuerzas policíacas en pos de tomar medidas que cesen la violencia, el modus operandi delictivo sigue más firme que nunca.
Se multiplican los comerciantes que están barajando la posibilidad de cerrar sus espacios por las amenazas. Pocos son los que cuentan con el dinero exigido para evitar que les tiroteen en el negocio. El drama que atraviesa el sector rosarino no distingue zona, ni rubro.
Tiros por doquier
Solamente el último fin de semana la ciudad más grande de la provincia lamentó cinco crímenes en 48 horas. Una mujer fue asesinada el domingo en un pasillo de la zona sur, donde dos atacantes pasaron en bicicleta y le dispararon.
Otro delito sucedió pasadas las 18 horas en las que se registró un hecho violento en Ayacucho al 4000. Cuando llegó un patrullero, la víctima ya había sido trasladada en un vehículo particular al hospital Roque Sáenz Peña.
Más tarde se confirmó que Bibiana Alejandra Q., de 28 años, ingresó sin vida a la guardia del Sáenz Peña. La causa del crimen es materia de investigación.
El sábado se registró un brutal doble crimen en Vélez Sarsfield al 5500 -una de las víctimas era un policía pasado a disponibilidad por presuntos vínculos con el narcotráfico-; al asesinato de un joven este domingo en Chávez y Bernardi (zona sur); y a la muerte de un joven internado luego de ser baleado el sábado a la madrugada en Vergara al 2200 (zona norte).
No sólo eso. Solamente el sábado los reportes indicaron que hubo siete personas heridas de arma de fuego y al menos otras tres este domingo.
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