Jueves 28 de Marzo de 2024

Hoy es Jueves 28 de Marzo de 2024 y son las 19:11 -

POLITICA

16 de noviembre de 2020

Luces y sombras de un gabinete configurado para otro tipo de crisis

Analistas observan un funcionamiento desparejo de la gestión de Alberto Fernández. Equilibrios internos y la centralidad del Amba, en debate

La eyección de María Eugenia Bielsa del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat expuso las distintas tonalidades que titilan en el tablero de control de Alberto Fernández y reactualizó varios debates sobre el funcionamiento del gobierno: las asimetrías de rendimiento entre las distintas carteras, los equilibrios políticos internos en el gabinete y la matriz ambacéntrica del elenco oficialista.

 Lo cierto es que la superposición y retroalimentación de múltiples crisis expone no sólo al presidente sino también a su primera línea de colaboradores. Más, después del “funcionarios o funcionarias que no funcionan”, patentado por Cristina Fernández de Kirchner, que tuvo su versión santafesina (ver aparte).

“Claramente hay un funcionamiento desparejo del gobierno —sostiene el politólogo Lucio Guberman—. Hay ministros como Guzmán, que van superando desafíos complicados, y otros que no parecen estar a la altura de las circunstancias”.

En tanto, para el politólogo y consultor Gustavo Marangoni hubo ministerios más exigidos, como Economía y Salud, y otros que debido al contexto se dedicaron a “tareas de retaguardia”. “En estos meses se dio la misma lógica que en todos los gobiernos: cuesta encontrar la velocidad crucero —sostuvo el director de la M & R Asociados—. Algunos la encuentran más rápido, otros más tarde y algunos directamente nunca, como el caso de Bielsa”.

La politóloga Lourdes Lodi remarca que la evaluación del desempeño del gabinete en los primeros once meses de administración Fernández debe contemplar necesariamente la situación de excepcionalidad generada por la pandemia.

Fernández asumió con un compromiso de ordenar y reactivar la economía, y por contexto y/o incapacidad suya y de su gabinete estas expectativas no se lograron”, indica la directora del Observatorio Político Electoral de la UNR. Y agrega: “Gestionar la excepción implica readaptarse, reconvertirse, manejar otros tiempos y recursos. El fallo de este gabinete tiene que ver con la articulación y coordinación de políticas, para evitar estos mensajes confusos que estuvimos recibiendo de distintas áreas”.

Reparto

Desde el comienzo de la gestión Fernández se habla de un gabinete loteado tanto verticalmente —una fuerza política controla un ministerio— como horizontalmente: un grupo político pone el ministro, pero otros copan las segundas y terceras líneas.

“Las coaliciones electorales tienen dos momentos —distingue Marangoni—. Uno es la luna de miel, la etapa electoral, donde todos se entusiasman con la posibilidad de ganar. Hay un punto más crítico: cuando se gana y se reparte, y quedan funcionarios que responden a referentes diferentes y eso la gestión lo siente. Eso sucedió en Desarrollo Social, Energía, Infraestructura, donde hubo cambios más silenciosos en términos de opinión pública porque los funcionarios que salieron no tenían tanto relieve”.

Como marca Marangoni, la distribución de cargos es dinámica. Con la asunción del ex intendente de Avellaneda Jorge Ferraresi por Bielsa el kirchnerismo sumó una ficha más en el vértice del gobierno.

El politólogo Facundo Cruz, coordinador académico de la carrera de Gobierno y Relaciones Internacionales de la Uade, diseccionó el gabinete nacional. Tomó una versión ampliada: a los 21 ministerios sumó siete entes descentralizados importantes en la gestión pública federal, como son Procurador del Tesoro, Inadi, Afip, Aysa, Pami, Anses e Indec.

“Dos tercios del gabinete se referencia en Alberto o en Cristina; un poco menos, poco más del 10 por ciento se identifica con Sergio Massa, y el resto de las posiciones se reparte entre los socios menores —analiza Cruz—. No hay un reparto equitativo sino proporcional a la fuerza de cada uno de los actores de coalición”.

Para Guberman no es extraño que el kirchnerismo, siendo el socio mayoritario y con cuadros disponibles para cubrir prácticamente todos los cargos del gobierno, cuente con lugares clave en la gestión. De todos modos, rechaza la visión de un gabinete copado por la fuerza liderada por la vicepresidenta. Y desliza: “Los funcionarios que están más flojos no son los que vienen del kirchnerismo, sino los que seleccionó el propio Alberto Fernández”.

Dominio metropolitano

Donde no hay equilibrio es en la representación geográfica: el 90 por ciento de los principales funcionarios proviene de la provincia de Buenos Aires o de la Ciudad Autónoma. Parece previsible: ambos Fernández y Massa tienen en el área metropolitana su base política.

Sin embargo, los especialistas evalúan que el sesgo ambacéntrico del reclutamiento de los funcionarios es menos relevante que la orientación de las políticas.

“Si bien la geografía del gabinete muestra esa foto, la película indica que la definición de las políticas más importantes se toman en coordinación y diálogo con los gobernadores, y pensando en la realidad de un país federal y complejo”, considera Cruz.

Para Marangoni a lo largo de 2020 el gobierno compensó el debilitamiento de la representación de las provincias en el gabinete con más generosidad en la entrega de recursos a los distritos subnacionales para enfrentar la crisis del covid. “Quizás no hubo tanto pataleo respecto de este tema porque el poder central estuvo presente respecto de las necesidades de los gobiernos provinciales”, estima.

Lodi distingue entre el federalismo formal, el expresado en la Constitución y en las promesas de campaña, y el centralismo real. “Levantar la bandera del federalismo no implica reproducir estructuras administrativas en las provincias sino una mejor distribución de los recursos —plantea—. Detrás de esto está el factor electoral, porque se relaciona con a quién se le da y dónde están los votos. Mientras no haya una política de descentralización no se podrá romper este círculo vicioso”.

La renuncia de Borgonovo: la confianza y el timing

Un día después de la salida de María Eugenia Bielsa del gabinete nacional con la renuncia de Esteban Borgonovo como ministro de Gobierno Santa Fe tuvo su recambio ministerial. El ex concejal rosarino argumentó que había sentido “falta de respaldo” del titular de la Casa Gris para desarrollar sus tareas, que son sobre todo dos: la coordinación de la administración y el diálogo con la oposición.

Llama la atención que Perotti haya puesto a alguien que no era de su absoluta confianza y afinidad en un lugar tan clave, que es el que mueve los hilos de las otras áreas del gobierno —considera Lodi—. Al plantear el gobernador que pensaba hacer cambios es lógico que uno se sienta deslegitimado, que se genere incertidumbre y reste compromiso si no se tiene garantía de continuidad”.

Para Guberman Perotti falló en el timing en dos momentos: demoró el anuncio del gabinete y anticipó demasiado que habría cambios. “Eso generó que quienes no se venían sintiendo cómodos tengan la alternativa de renunciar antes de que pidan que dejes el cargo”, afirma el consultor político.

Fuente:La Capital

COMPARTIR:

Comentarios

Escribir un comentario »

Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!