EXPOAGRO
15 de marzo de 2019
Expoagro 2019: el campo apostó fuerte y sale de la crisis con una cosecha récord
La muestra cerro con gran cantidad de asistentes y expositores. En medio de la incertidumbre económica, el sector agropecuario volvió a mostrar su empuje.
Expoagro es cuando lo esencial se hace visible a los ojos. Mientras las tribulaciones de los argentinos deambulan entre la crisis y la grieta, en San Nicolás vivimos esta semana una muestra de la Argentina que quiere y puede. El emocionante espectáculo del campo en acción, con toda su artillería desplegada, mostrando la potencia de un sector que aprendió, hace muchos años, a huir hacia adelante.
Más de 165.000 asistentes en los cuatro días de la muestra. Una cifra récord de stands, con 520 empresas en un predio ferial de 20 manzanas con todos los servicios, fruto de la combinación entre la intendencia municipal y Exponenciar, la organizadora del evento. Y que es también desde el año pasado un moderno autódromo donde ya debutaron las principales categorías del automovilismo nacional.
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El campo venía de un año muy malo. La sequía había diezmado los cultivos, se perdieron 30 millones de toneladas, por un valor de 8 mil millones de dólares. En su discurso al inaugurar el año legislativo, el presidente Mauricio Macri había atribuido a esta cuestión buena parte de las dificultades macroeconómicas que eclosionaron el otoño pasado.
La taba se dio vuelta. Hace seis meses nadie sabía cómo se iba a poder concretar una nueva siembra, con los productores endeudados, las empresas proveedoras exánimes, el país sin crédito, las tasas de interés cada vez más empinadas. Pero se sembró todo. Y con la mirada puesta en maximizar los rindes, apelando a todo el bagaje tecnológico.
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Resultado: una cosecha de 140 millones de toneladas, la más grande de la historia. Con un salto de calidad en granos que, como el trigo, son muy sensibles a los niveles de fertilización. Los chacareros llegaron con la lengua afuera. Pero llegaron, una vez más.
Y también las empresas proveedoras, las que se jugaron cartuchos que no tenían para estar en la Expo. Buena apuesta: se reportan anotaciones por más de 1.200 millones de dólares, en la mayor de los casos con el auxilio financiero de la banca pública y privada, que desembarcó en San Nicolás con una abundante (y en muchos casos generosa) oferta crediticia. El Banco Provincia estima superar los 12.000 millones de pesos en operaciones. Algunos empresarios de maquinaria agrícola expresaron que durante los cuatro días de la muestra vendieron más de la mitad de que comercializan durante todo el año.
Parece mucho, pero en realidad 1.200 millones de dólares es sólo el 5% del valor bruto de la cosecha, que sumará 24.000 millones de dólares. El 80% es exportación. Y hay que sumar la carne vacuna, los lácteos y los productos de las llamadas economías regionales (como si la pampeana no lo fuera...).
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Estas ventas generan reactivación. Ya en enero, los fabricantes de componentes comenzaron a recibir pedidos de las terminales. No hay euforia ni mucho menos, pero se está moviendo. El crédito es indispensable, las tasas son un problema. El único temor es la política. “Si este no fuera un año electoral, esto sería una fiesta”, sentenció un experimentado fabricante de sembradoras, una de las especialidades argentinas que el mundo admira.
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Por eso vinieron 60 delegaciones de distintos países, asistiendo a las febriles rondas de negocios. La industria local de maquinaria agrícola exporta a 40 países, muchos de ellos del primer mundo. Hay especialidades típicamente argentinas, como el silobolsa y la siembra directa. Brotan a borbotones las aplicaciones AgTech donde el ingenio local abreva en Sillicon Valley, pero también se le anima.
Es probable que el campo ya no esté solo, a la hora de proveer a la salud macroeconómica. Está el shale, está el litio, está el software. Pero la agroindustria está vivita y coleando, con ganas de invertir a pesar de los temores. No es un pecado de inocencia pensar que, quizá, el aire fresco de San Nicolás esté dando vuelta la taba.
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