"Es un camino largo, complejo y con muchos cruces de intereses, pero es inevitable que en algún momento se llegue al autoabastecimiento. Esto cambiará completamente la mirada sobre los temas energéticos y en estos tiempos nos toca recorrer una etapa de transición", dijo a LaCapital en un encuentro en el que, además de analizar la primera etapa de su gestión, abundó sobre los objetivos a concretar en los años venideros.

"Durante 2017 trabajamos mucho en las obras del Fondo de Electrificación Rural (FER), porque queremos verlas terminadas durante nuestra gestión. Queremos que la gente las aprecie, valore sus ventajas y considere los efectos de un fondo tan solidario que tiene la mayor proporción de aportes desde las grandes ciudades para el desarrollo de la ruralidad", explicó la funcionaria, y añadió que "el campo tiene que sentir que realmente es importante para el resto de Santa Fe; que no está relegado y que el gobierno y el resto de los habitantes lo apoya. Eso nos identifica como santafesinos y contribuye al arraigo en los pequeños pueblos, a que no se concentren todos los recursos en un solo lugar, y a la diversificación de la matriz productiva de la provincia".

En ese sentido, Geese dijo que "el año fue muy bueno. Tenemos aprobados más de 550 millones de pesos en obras. Habíamos comenzado, por orden del gobernador, por los departamentos del norte santafesino, donde básicamente no había tendido eléctrico, y luego empezamos a bajar hacia los territorios más productivos. Estoy muy conforme porque además el trabajo de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) fue muy bueno sobre todo en el desarrollo de los proyectos técnicos y desde allí también se entendió que hay un déficit importante en el sector rural y que el FER viene a dar respuestas a todo ese segmento".

"Avanzamos mucho en las energías renovables —prosiguió— y nos propusimos que la gente sepa que tenemos una provincia bioenergética. Por naturaleza, por geografía y cultura somos bioenergéticos y debemos aprender a aprovechar ese recurso. Si no lo hacemos no solamente nos perderemos una parte de la cuestión económica sino que tendremos un pasivo ambiental más que importante. La producción rural en general tiene impacto y debemos analizar cómo minimizarlo y al mismo tiempo aprovecharlo capitalizando las inversiones con réditos económicos y ambientales".

Biodigestores

Como ejemplo, la funcionaria citó el caso del gran biodigestor que se puso en marcha el año pasado en Christophersen, con una potencia de 1,4 megavatios, perteneciente a la compañía Adecoagro que produce energía eléctrica sobre la base del tratamiento de los efluentes de sus tambos. Allí, la empresa produce alrededor de 250 mil litros de leche diarios con un modelo productivo eficiente en el que optimiza los procesos, preservan el hábitat con altos estándares de calidad y bajo un sistema amigable con el ambiente.

"Estamos muy contentos con esta iniciativa y con la renovación de los planes de energía de la Nación en los que se presentaron para Santa Fe nueve proyectos de biogás y uno de biomasa. Esto es justamente lo que predicamos durante estos dos años; ver y entender que somos una provincia bioenergética. Si así no fuera, si no existiera detrás una cuestión económica que sustente esta idea, estos proyectos no se hubieran presentado".

En ese contexto detalló que "generamos un programa para la instalación de biodigestores que brinda a los postulantes la posibilidad de asesoramiento gratuito con consultores privados que ya poseen proyectos ejecutados en la Nación, para que cada interesado pueda determinar qué equipamiento necesita, cuál es la inversión, cómo será su recuperación y cuánto el valor agregado. Esto permitirá que el productor pueda tomar créditos para ejecutarlo".

Y agregó: "Nos interesa que el productor trate sus residuos pero que también tenga un valor agregado. Ser dueño de tu propia energía y de su manejo es clave para el desarrollo de cualquier emprendimiento. Para ello es fundamental generar ejemplos exitosos para que se imiten y se entienda que ese es el camino. En el futuro la gente será dueña de su propia energía".

Biodiesel en Rosario

Otro de los puntos que tocó la secretaria fue el desarrollo de la producción de biodiesel. "Estamos a punto de firmar con la Municipalidad de Rosario un convenio para hacer una prueba de uso de biodiesel al 20 ó 25 por ciento en las unidades de transporte público de Rosario.

El biodiesel tiene un menor impacto en el particulado que produce un motor y en los gases de efecto invernadero, lo que lo hace más saludable. "Una de las cosas que tratamos de demostrar al gobierno nacional es que no solamente tenemos que exportar biodiesel sino que podemos usarlo. Las provincias del sur son productoras de hidrocarburos y nosotros de otra industria estratégica basada en el biocombustible, pero para su desarrollo debemos generar las condiciones para fortalecer el mercado interno y así lograr que soporte los vaivenes del mercado externo", precisó.

"Estamos convencidos e insistiremos en que hay un fuerte potencial en el biodiesel para consumo interno, más si se tiene en cuenta que es posible aplicar cortes con mayor proporción, e incluso, producir energía eléctrica con motores que utilizan ciento por ciento de biodiesel. Santa Fe es la mayor productora de ese combustible y a través de él tenemos un gran capital. Obviamente, hay muchos intereses porque se cruza con la industria automotriz y la de hidrocarburos, pero debemos seguir luchando por mayor inclusión del biodiesel en la matriz energética nacional. Tenemos una industria estratégica y renovable que todo el mundo busca y no la estamos aprovechando", sentenció Geese.

Consorcios prosumidores

El programa de prosumidores (productores - consumidores) se lanzó en Santa Fe hace casi dos años con la idea de aplicar un proceso de generación distribuida, en el que los mismos usuarios utilicen equipos productores de energía eólica y solar para su propio consumo y vuelquen el excedente a la red.

Actualmente en la provincia hay solo 40 domicilios prosumidores cuyos propietarios están muy conformes por el importante descuento en su facturación. El gran problema que deben afrontar es al alto costo del equipamiento, que ronda los 70 mil pesos para una hogar de consumo medio.

Ese resultado llevó a las autoridades a pensar para marzo próximo un relanzamiento del programa. "Estaba muy dirigido a residencias y queremos que avance. Entendemos que tendrá un alto impacto si se implementa en los edificios para los gastos comunes, ya que el costo se divide entre mucha gente y el recupero se puede lograr en menos tiempo. De este modo, habrá más gente utilizando a diario energía renovable", concluyó Geese.

Fuente: La Capital