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ECONOMÌA

13 de diciembre de 2017

Según la UCA, la pobreza no cede y llega a 13,5 millones de personas

El relevamiento asegura que al tercer trimestre el 31,4 por ciento de la población era pobre y 5,9 por ciento indigente. La desigualdad y la indigencia crecen

El 31,4 por ciento de las personas que viven en la Argentina, 13.500.000 habitantes, se encuentra bajo la línea de pobreza, mientras un 5,9 por ciento es indigente, según un informe publicado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la Universidad Católica Argentina (UCA). El organismo presentó los resultados de la Encuesta de la Deuda Social Argentina "Nueva Etapa", la cual fue aplicada durante el tercer trimestre de este año, al dar comienzo a una nueva serie de sondeos previstos hasta 2025. El informe precisa el impacto de las condiciones de vida en la infancia. "Mientras que la pobreza alcanza a alrededor de 3 de cada 10 personas, entre los menores de 14 años esta proporción asciende a 4 ó 5 de cada 10". La UCA resaltó que la nueva encuesta "ofrece una actualización del marco muestral de acuerdo con el Censo 2010 e introduce mejoras en la captación de información". De ese modo, "el porcentaje de hogares y personas bajo la línea de pobreza asciende a 23 por ciento y 31,4 por ciento, respectivamente". Además, puntualizó que "los hogares bajo situación de indigencia ascienden a 4,3 por ciento y las personas alcanzan a un 5,9 por ciento". Los datos exponen, de ese modo, que 13,5 millones ciudadanos argentinos son pobres, mientras que 2,5 millones son indigentes. A la hora de analizar las regiones urbanas, evaluó que en el Gran Buenos Aires la pobreza alcanza al 37,4 por ciento de la población, al tiempo que en Capital Federal es del 8,5 por ciento. El estudio destacó que "se produjo entre 2015 y 2016 una intensificación de los niveles de desigualdad existentes, la cual no parece haber evidenciado un retroceso durante el último año". "En la última fase 2016-2017, la desaceleración del fuerte proceso inflacionario de inicios de 2016 y la política de ingresos en materia laboral y previsional, así como la lenta reactivación de la demanda de empleo, habrían tenido un impacto positivo en la disminución de la pobreza en el último año, aunque no así de la pobreza extrema", aclaró. Según el documento, "el impacto inflacionario de la devaluación, sumado a los efectos recesivos de las medidas de ajustes adoptadas, elevaron significativamente las tasas de pobreza en 2016". "En el último período 2016-2017, las tasas de pobreza retomaron su tendencia descendente", resaltó y apuntó que pese a ello, "de manera similar a lo que ocurre en términos de indigencia, los valores de estos indicadores son relativamente similares a los evidenciados en 2010". El director del Observatorio, Agustín Salvia, afirmó que existe una Argentina "fracturada, dividida y claramente postergada", aunque remarcó que "hoy hay menos pobres proporcionalmente que en 2015 pero un poco más de indigentes". Precisó que, de acuerdo con el último relevamiento, hay "aproximadamente 180 mil personas más" en situación de indigencia, "pero 600 mil menos en la pobreza". El informe, que toma datos bajo una nueva metodología de medición que toma valores que la medición del Indec no incluía, y releva los datos del tercer trimestre del 2017, destaca además que el 48 por ciento de la población que vive bajo la línea de pobreza son niños de entre 0 y 14 años y 10 por ciento son indigentes. Sin embargo, si bien el porcentaje es menor al de la última medición, de marzo pasado, cuando marcó 32,9 por ciento, el último relevamiento alcanza a una mayor cantidad de personas. "La situación es también acuciante para una gran parte de la Argentina porque tenemos todavía que el 34 por ciento de los hogares con déficit en servicios de agua corriente, cloaca o fuente de energía, un 21 por ciento de hogares sin vivienda digna y el 35 por ciento de los hogares con algún niño o adolescente sin estudiar", precisó Salvia. El investigador aclaró que "hoy hay menos pobres que en 2015 pero los pobres de hoy son más pobres porque los pobres de hoy están más lejos de salir de la pobreza porque no tienen mercado interno". Según Salvia, esa situación "es difícil de modificar si no hay políticas para el mercado interno" y consideró que los nuevos aumentos en tarifas así como la modificación de la fórmula de cálculo de jubilaciones "produciría un aumento en la pobreza que sólo podría ser compensado por una baja significativa de la inflación". números que duelen. Según la UCA entre 2015 y 2016 "se intensificaron los niveles de desigualdad". Fuente: La Capital

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