ECONOMIA
9 de octubre de 2025
Dejar flotar al dólar o dolarizar… ¿esa es la cuestión?

Luis Caputo se quedaría en EE.UU. hasta la reunión de Milei con Trump el 14. Pero sin novedades de la ayuda, los rumores arrecian a la angustiada argentina social, política y económica.
¿Dolarizar o liberar el dólar? La pregunta responde menos a bases reales de información -que no llega desde Washington- que a especulaciones sobre lo que sucederá con la macroeconomía argentina, entre la incertidumbre política hasta las elecciones y la falta de consistencia política para las reformas estructurales.

Los jóvenes que votaron a Javier Milei pensando que ganarían “en dólares”, de no ser militantes libertarios, suman hoy argumentos a la “desconfianza” que genera la Casa Rosada.
Mientras el Congreso le achica el poder de decisión política recortando el uso de Decretos de Necesidad y Urgencia, la oposición embiste además con los casos Andis, Espert y Libra (corrupción) y los mercados financieros descreen de la capacidad de pago de la deuda y descuentan ya una divisa fuera de las bandas de flotación.
El gobierno intenta un “control de daños” en lo que queda de la campaña electoral, mientras espera que Luis Caputo -o mejor dicho Scott Bessent más Kristalina Georgieva- ofrezcan algo más que un posteo en redes sociales. Y en medio del silencio oficial, surge el rumor.
Alto riesgo
Es un rumor que se ha instalado en las últimas horas, menos con evidencia que con especulación. Eso obligó a no pocos especialistas a recordar que Milei tenía “en el teléfono” (lo decía en campaña ante cámaras de televisión, agitando su celular) los miles de millones de dólares que necesitaba para hacerlo.
Sin embargo no sólo se necesitarían miles de millones que el BCRA no tiene. Sin que su eventual implementación supondría asumir riesgos que un economista de la Fundación Mediterránea sintetiza con crudeza.
Maximiliano Gutiérrez, responsable sección Internacional del Ieral, aludió a los “cantos de sirena” de la dolarización. Y explicó los riesgos que a su entender tiene esa alternativa.
“Los ciclos económicos de Argentina y EE.UU. están lejos de estar sincronizados”, dijo el especialista. Advirtió “riesgo de pérdida de competitividad” ya que “sin flexibilidad cambiaria, los desequilibrios se trasladan al empleo y la producción”. Y apuntó que “sin disciplina fiscal y credibilidad, la dolarización no elimina la inflación”.

Algo similar dijo Damián Di Pace en su paso por San Guillermo. “No sería solo un cambio de moneda; sería un cambio de modelo económico. Importaríamos estabilidad y exportariamos su política monetaria. Pero ojo que no tenemos ni la productividad ni la competitividad de los países que están detrás de esa moneda. Sin reformas sería complejo”.
En la vereda de enfrente, Federico Domínguez sostuvo que “la dolarización endógena no funcionó por la política: si tenés al Congreso intentando sistemáticamente romper el orden fiscal, y a la oposición y los medios mintiendo sobre múltiples cuestiones para generar un clima de crisis, eso afecta la confianza.
“No hay dolarización endógena sin un alto nivel de estabilidad. La solución definitiva para Argentina es el cierre del nefasto BCRA y la dolarización”, dijo el economista liberal y magister en finanzas de la UTDT.
Impacto sobre el trabajo
Guiérrez explica que Argentina “no cumple ninguna de las condiciones establecidas en la literatura de áreas monetarias óptimas (AMO) no pareciera ser buena idea mantener una moneda en común con USA”.
Señala que “tanto las expansiones como las recesiones” de Argentina y Estados Unidos no son simultáneas. “Para los últimos 40 años, la tasa de crecimiento económico de USA explica solamente el 10% del crecimiento en Argentina, guarismo que refleja que ambas economías no están fuertemente correlacionadas”.

Sobre los mercados laborales, apunta el especialista que “si una economía entra en recesión y la otra continúa en expansión, los trabajadores de la economía que se contrae deberían poder emigrar a la economía que está creciendo (mercados laborales integrados).
“La verdad es que es muy difícil pensar que los trabajadores argentinos durante períodos recesivos puedan emigrar masivamente a USA para encontrar trabajo y compensar el ciclo económico”.
Por último advierte el economista del Ieral/Fundación Mediterránea que “aquella economía que está pasando por una etapa recesiva debería ser compensada con fondos del país que atraviesa por un período expansivo. Ojalá sucediera, pero resulta extremadamente complicado pensar que nuestro país pueda recibir transferencias especiales desde la economía americana para suavizar nuestro ciclo económico”.
Fuente: El Litoral

COMPARTIR:
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!