Empieza una época de recuperación lenta. Y luego una etapa de controles periódicos y protocolos que tienen los americanos. Los controles son cada 30 y 90 días. Hay que ver cómo reacciona el cuerpo a este tipo de cirugía, no siempre es lo mismo, hay variaciones", dice Carlos Reutemann. Ya en su ciudad, luego de haber retomado su actividad en el Congreso, el Lole deberá seguir la recuperación tras la intervención quirúrgica a la que fue sometido, en la que le extirparon un tumor de la zona hepática.
Durante un largo diálogo con LaCapital, el senador se muestra de buen ánimo, tira algunas encadenadas sorprendentes en off the record y sorprende al poner en el blanco al radicalismo santafesino: "Le voy a decir a Macri: «A vos te apoyo, para que ganes y sigas siendo presidente. Con los radicales, no». Nunca jamás votaré a un radical".
La explicación de la bronca a los ucerreístas tiene dos coordenadas: Reutemann asegura que desde allí se iniciaron todas las campañas en su contra y que en 2015 cortaron la boleta que lo llevaba de candidato a senador, con Macri a presidente".
Pero, además de la furibunda toma de distancia con los socios del PRO, el dos veces gobernador santafesino considera que el jefe del Estado juega un partido clave en las elecciones de mitad de mandato, anclando buena parte del futuro político de Cambiemos en el título del día después de los comicios.
—¿Cómo encontró el país a su regreso de EEUU?
—Uno llega a Ezeiza, va por la autopista a Rosario, sigue a Santa Fe. Desde el auto se ve una realidad diferente a la que ocurre en la calle. Uno viene mirando, soja, maíz, un panorama increíble... Pero la realidad de la calle es otra. Seguí toda la realidad al dedillo desde Estados Unidos por los medios.
—¿Lo observa al gobierno metido en un problema económico o lo peor ya pasó?
—Siempre pensé que la herencia que le dejaba el anterior gobierno a Macri era muy complicada, muy complicada. Venía observando cómo estiraban el tiempo para no tomar decisiones. En cada lugar que se quería meter el gobierno actual se encontró con un problema, y hubo mil problemas. Hay gente del anterior gobierno que se robó hasta expedientes judiciales. De entrada, a Macri no le pusieron la banda. Fíjese que Obama lo recibió a Trump en el despacho presidencial a las 24 horas. Foto, abrazo, mano y puertas abiertas. Eso es una transición democrática. Trump envió sus asesores a la Casa Blanca mucho antes de asumir y tenía toda la información. Acá Cristina ni lo recibió a Macri ni le puso la banda.
—¿No cree que la gente votó a Macri más por un cambio de estilo que por una modificación total del rumbo económico?
—Es que el gobierno de Macri tomó dos o tres medidas que son inevitables. Al gas y la luz, en Chile las pagan; en Perú, las pagan. Igual en Brasil, Uruguay y Ecuador. Y hay gente que no quiere pagar ese aumento de tarifas, otro sí la pagó. El tema tarifario se convirtió en un tema político, más la inflación. Las medidas inevitables el kirchnerismo la tuvo bajo la alfombra diez años. Kirchner dijo: "A los que vienen a trabar desde el conurbano les voy a subsidiar y regalar el boleto, porque ahí tengo los votos". A eso, alguien lo paga, no sale de la Virgen María, lo pagamos todos. Ahora empieza el tiempo a correr y el presidente se da cuenta de que es un año electoral.
—Es un año clave para el futuro político del gobierno y de Cambiemos.
—Desde el punto de vista de las bancas que se renuevan no tiene mayor importancia. Cambiemos no va a tener mayoría en las Cámaras, con lo que la conformación en el Congreso va a ser muy parecida a la de ahora. El gran tema es el titular en los diarios del lunes posterior a las elecciones legislativas. Si dice "ganó Macri" o "perdió Macri". Esa misma noche se inicia la campaña presidencial.
—Coincide con las críticas que se le formulan al gobierno por falta de política. Incluso, el diputado Monzó pidió públicamente la incorporación de peronistas.
—Me gustaría que el presidente tenga colaboradores que den más la cara, que sean más perros boxer, tipo Jaroslavsky. Al gobierno le hace falta alguien que ladre todo el día. No tiene uno o dos Jaroslavsky que salgan y pongan otra pelota en la cancha, siempre parece que está la misma pelota.
—¿Le gusta algún candidato santafesino de Cambiemos?
—No tuve contacto con nadie. No estoy en la mesa chica ni sé que nombre se maneja.
—Se habla de Laspina, de Corral.
—Laspina es un buen candidato, pero no estoy enterado. Toco de oído.
—¿Va a participar de la campaña?
—Depende, lo hablaré con el presidente. Los radicales cortaron mi boleta en las elecciones a senador, mandaron a hacer miles de boletas cortadas y me tiraron a la mierda. Ibamos en una boleta común con Macri, y las boletas llegaban cortadas por los radicales con mucha mala leche. Con el radicalismo siempre tuve una relación muy conflictiva, me hicieron operaciones políticas muy sucias durante estos años, y esas cosas quedan. Yo no voy a apoyar a un radical nunca, ni para la Gobernación ni para legislador, olvídese.
—¿Y ya le dijo a Macri que ni espere apoyo a un radical en Santa Fe?
—Yo voy a hablar este tema con él. Le voy a decir: "Yo te voy a apoyar a vos para que ganes y seas otra vez candidato, pero no me pidas otra cosa porque no lo voy a hacer". Tampoco lo necesitan, mi influencia es relativa. Pero fue muy evidente el corte de los radicales, y esas cosas quedan. Le voy a decir al presidente: "A vos te apoyo, pero hasta ahí nomás. Con los radicales, no". Nunca apoyaré ni votaré a un radical en la provincia, a eso sáqueselo de la cabeza. Hay un grupo de radicales que operó muy fuerte en contra mío en muchos aspectos, y las cosas quedan.
—¿Cómo ve la gestión de Lifschitz?
—Es un tercer mandato del socialismo, o del Frente Progresista, no se cómo se llaman, es todo tan confuso. Fíjese que hay radicales con los socialistas, radicales con Cambiemos. Esa parafernalia es difícil de entender, por un lado lo apoyan a Macri y otros radicales dicen que es la continuidad de Cavallo. Es muy confuso. Lifschitz tiene a favor el fallo de la Corte Suprema, que son miles de millones de mangos que lo van a ayudar. Pero tiene serios problemas de seguridad, de narcotráfico. Y han tenido muchos problemas con el tema del agua. Como decía un paisano: "Si fuera vino no hay problema". Sin embargo, a los socialistas los protegieron como siempre.
—¿Quiénes protegieron al socialismo?
—Siempre tuvo mucha protección mediática, muchísima. Vaya y pregunte cómo están en los pueblos que se inundaron. Me imagino que no habrán dicho que se trataba de una "causa natural". ¿Qué estaban mirando?
—¿Se veía venir el triunfo de Trump?
—El día de las elecciones yo estaba en cirugía. En el hotel que paraba estaba el bunker de Hillary, Verónica (su esposa) la vio llegar junto a Clinton. Y Trump vive a 50 metros de donde yo estaba. Trump tiene un discurso muy "american first" (Estados Unidos primero), y eso pegó muy fuerte.
LO QUE FALTA. "El presidente tiene que tener colaboradores que den más la cara".
FUENTE: LA CAPITAL
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