GANADERIA
16 de abril de 2025
Argentina pierde 2,2% de su stock vacuno, pero la ganadería se prepara para un repunte

Un informe del Senasa revela una caída en el número de vacunos debido a la sequía y otros factores. Sin embargo, las condiciones actuales y los buenos precios permiten prever una recuperación del sector ganadero hacia finales de 2025.
El Senasa dio a conocer el stock vacuno de la ganadería nacional al 31 de diciembre. Todos en el sector ya sabían que se iba a comunicar una nueva caída, aunque había diferencias en las estimaciones. En Argentina quedan 51,6 millones de vacunos y la baja con relación al año pasado fue de 2,2%.
El futuro de la carne argentina: cómo el Senasa observa la caída del stock vacuno
La cantidad de bovinos que tiene el país viene en descenso desde hace años. En 2005/06, cuando el sector agropecuario disfrutaba de un tipo de cambio competitivo e inflación que todavía era baja, la retención de hacienda elevó las existencias ganaderas a 60 millones de cabezas.
En esos años arrancaron las intervenciones en el negocio: se culpó a los productores de ser los causantes de las subas de precios, se cerraron las exportaciones, luego se las cuotificaron y se buscó el control de precios en los mercados, lo que favoreció la venta marginal de hacienda y de carne.
Esas políticas de desaliento se combinaron con la crisis macroeconómica y política que atraviesa el país hace años, a lo que se sumaron sucesivas sequías que dejaron su daño.
Impacto de la sequía en la ganadería argentina: análisis del informe del Senasa
El informe de Senasa culpa de la última caída a la seca de 2024 y si bien eso es cierto cabe destacar que la caída lleva muchos años y tiene diferentes causas.
Según el organismo sanitario la merma de 2,2% de 2024 fue “a partir de la sequía” y esto repercutió en la productividad de la cría.
En tal sentido indicó: “el resultado del stock terneros/as es de 14.602.899. Este número de terneros/ras, resulta una relación ternero24/vaca23 del 65,2%, siendo este un resultado superior al promedio de la serie 2007-2024 (61,9%) en lo que respecta al nivel de eficiencia reproductiva del rodeo nacional, y el 2° mejor resultado de la serie después del récord histórico en cantidad total de terneros logrados en la ganadería argentina, que fue del 66,7 % del 2022”.
Bajó la productividad de los vientres pero también la cantidad absoluta de estas categorías. “Analizando los resultados en relación al último cierre de stock (31/12/23) por categoría, se observa una reducción de Vientres (Vacas y Vaquillonas), en el orden de las 800.000 cabezas (-3%)”, añade el informe.
Y también se achicó el stock de machos, que es la categoría que debería ser el objetivo final de la cadena. Una ganadería sana tiene para ofrecer muchos novillos y en Argentina eso no sucede. Como faltan incentivos al agregado de kilos, consecuencia de la endeble situación económica y el miedo que generan las experiencias del pasado, cada año esa categoría es más chica.
En 2006 había en el país 6 millones de novillos. En el último recuento del stock quedan 2,2 millones. La caída fue del 60% y eso explica las quejas de los industriales exportadores que cada vez más buscan invernada recriada para llevar a los engordes a corral y proveerse de su propia materia prima. Saben que no pueden seguir dependiendo de los ganaderos como única fuente de provisión de hacienda.
El informe del Senasa destaca un dato no menor y tiene que ver con la garra que le ponen a la actividad los productores y sobre todo los criadores que suelen ser el último orejón del tarro.
El dato del stock vacuno, a pesar de la caída, “demuestra la fuerte resiliencia de la ganadería argentina”, sentenció el organismo. Luego de varias sequías, “estos resultados son producto del uso de distintas herramientas tecnológicas”, para producir de manera más eficiente y sostenible a lo largo de los ciclos productivos, “manteniendo el consumo interno y logrando récords en exportación de carne”.
Este año se está dando la situación contraria a la de 2023 y 2024. Está lloviendo, se recuperan los perfiles del suelo, los campos entran el invierno con pasto, la hacienda tiene buen estado corporal y eso augura buenas preñeces y destetes, y los precios del ternero y la vaca son buenos. En este contexto muchos se ilusionan con otra película y con que el recuento a fin de este año indique una recomposición del rodeo vacuno.
Guerra comercial y exportaciones de carne a EE.UU.
En el cierre de la semana pasada los exportadores informaron que se paralizaron las operaciones a los Estados Unidos debido a los diferentes anuncios sobre aranceles de parte del presidente Donald Trump y a declaraciones de otros funcionarios que al grito de “no más carne Argentina” inundaron el comercio de incertidumbre.
En notas anteriores contamos el impresionante salto en las exportaciones Argentinas a ese destino. El año pasado se cubrió la cuota de 20.000 toneladas y se vendió otro tanto por fuera del cupo pagando aranceles de 26,4%.
Y este año los precios acordados hasta inicios de abril era de 8.100 dólares tonelada cuando el promedio de 2024 fue de 5.500. Eso da cuenta de la necesidad de abastecimiento de ese mercado.
Queda por verse en los próximos días cómo evoluciona el negocio, los empresarios creen que se debería destrabar, pero nada es seguro con Trump liderando la disputa comercial mundial.
Problemas en la exportación de carne a México
En marzo las autoridades sanitarias mexicanas inspeccionaron 23 frigoríficos y el resultado fue muy malo. Se detectaron irregularidades casi todos y por eso el SENASICA de ese país procedió a deslistar a gran parte de las mismas.
“Se ha decidido suspender la autorización de exportación, a partir de la fecha de emisión del presente oficio, a las 10 plantas que actualmente se encuentran autorizadas”. También se le negó la habilitación a otras tres que esperaban la apertura correspondiente.
A México el año pasado se exportó apenas el 1% del total pero su demanda de carne vacuna es creciente.
Fuente: Aire Digital

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