Aunque es un tema que parece reservado para expertos en finanzas, tiene un impacto profundo en nuestra vida cotidiana: hablamos del riesgo país. 

Este término, que muchos repiten sin comprender su significado, se convierte en un indicador clave no solo para inversores, sino para cualquier persona que aspire a emprender o simplemente entender la economía de su país.

El riesgo país se define como la diferencia en la tasa de interés que paga Argentina en comparación con Estados Unidos. Este último es considerado un bono del tesoro libre de riesgo, ya que es el único país que emite la moneda que debe, es decir, el dólar. 

Si un país debe dólares, puede emitir la misma cantidad de dólares para saldar su deuda. En cambio, Argentina tiene una deuda mayoritariamente en dólares, pero emite pesos. Esta dinámica provoca que, a medida que se emiten más pesos, el valor del dólar tiende a subir.

Para ilustrar esto, consideremos un bono argentino que rinde un 13,5% anual, en comparación con un bono estadounidense que rinde un 4%. La diferencia, o riesgo país, se sitúa en 950 puntos básicos. Este número no es solo un dato financiero; es una señal que refleja la confianza de los inversores en la economía argentina.

¿Por qué debería importarte el riesgo país, aún si no estás involucrado en las finanzas?

Supongamos que abrís un negocio, ya sea un kiosco, una heladería o cualquier emprendimiento. Al invertir, estás apostando a que la economía argentina se mantenga estable y en crecimiento. 

Si el riesgo país es alto, significa que el costo de financiamiento también lo es, lo que puede hacer que tu inversión sea menos atractiva en comparación con comprar bonos. Si el riesgo país disminuye, se abre una puerta a más inversiones en la economía real, lo que beneficia a todos.

La tasa de descuento, que es lo que un inversor espera ganar para asumir el riesgo de una inversión, se ve afectada por el riesgo país. Si esta tasa es alta, los inversores pueden optar por comprar bonos en lugar de arriesgarse en un negocio. 

Por ejemplo, si comprás un taxi y esperas ganar un 10% anual, pero el bono rinde un 13%, es más atractivo comprar el bono. Así, el riesgo país establece un ''piso'' a las expectativas de rendimiento en la economía real.

El riesgo país perforaba este martes los 900 puntos básicos. Este descenso es una buena noticia, ya que implica más confianza en la economía argentina. Sin embargo, es importante señalar que, hasta ahora, este optimismo se refleja principalmente en el mercado de bonos. La verdadera prueba será si esta confianza se traduce en inversiones en la economía real.

Cuando el riesgo país disminuye, los inversores tienden a buscar oportunidades en la economía real en lugar de refugiarse en activos financieros. Esto es un ciclo natural; cuando hay desconfianza, la primera reacción es comprar dólares o vender bonos. 

En un ciclo positivo, primero suben las acciones y los bonos, mientras que el dólar tiende a bajar. Luego, cuando no hay más oportunidades en el sector financiero, los inversores se dirigen a la economía real. Finalmente, esto puede generar un impacto social, como la creación de empleo y el aumento de salarios.

El riesgo país es más que un número; es un reflejo de la salud económica de un país y un indicador de las oportunidades que se presentan para los emprendedores. 

Comprender su significado y sus implicaciones puede ser clave para tomar decisiones informadas en un entorno económico en constante cambio. En este contexto, es vital que tanto inversores como emprendedores mantengan un ojo en este indicador y su evolución, ya que puede ser el primer paso hacia un ciclo económico más positivo.

El riesgo país es un termómetro de la confianza en la economía argentina y su evolución puede abrir nuevas oportunidades para todos.

Fuente: cadena 3