Enero, febrero y marzo significaron 639 millones de pesos menos en los dineros que provienen de la Nación y la Provincia de Santa Fe a Reconquista, y pusieron en alerta al gobierno local que debió readecuar el funcionamiento de todas sus áreas.

La merma en los índices coparticipables tuvo un aciago correlato en la suspensión de toda la obra pública en marcha del gobierno nacional y en la puesta en espera de la infraestructura pública que corría por cuenta del gobierno provincial.

La reverberancias de ese “parate” se sienten de lleno en el bolsillo de cientos de trabajadores -de la mano de obra que vivía de la construcción y que hoy sobrevive de changas diarias-, se suma a los recortes por inflación de los salarios en general e impacta fuertemente en la actividad comercial de la ciudad.

Los efectos pueden verse en la seguidilla de locales céntricos cerrados, en alquiler, en el macrocentro ciudadano, un nuevo paisaje que se agrava con el correr de los meses y que contrasta con la dinámica comercial de 2023.

En una entrevista con El Litoral, el contador Matías Masat, secretario de Desarrollo Económico y Productivo de la Municipalidad de Reconquista analizó la actual coyuntura económica: “No estamos ajenos al contexto nacional y provincial que se está viviendo, digamos, en una situación de recesión, en donde los ingresos que estamos teniendo de otras jurisdicciones, o sea, la coparticipación nacional y provincial, han tenido una brusca caída en este primer trimestre del año respecto al primer trimestre del año pasado”

“Estuvimos haciendo un análisis acá desde el equipo económico de la Secretaría de Hacienda, donde en el primer trimestre del año hemos perdido casi 640 millones de pesos en términos reales, una caída en términos reales de casi 640 millones de pesos, si lo comparamos con el primer trimestre del año pasado, del 2023”, precisó.

En términos porcentuales, el funcionario comparó que en los giros de Nación y Provincia se registró un incremento nominal del 205,4 % en 2023, pero “en ese mismo periodo la inflación fue del 302,9%”.

Por lo tanto, volviendo al primer trimestre del año en curso, prácticamente “perdimos contra la inflación una masa salarial, que eso obviamente impacta muy fuerte en las finanzas del municipio”, expuso el profesional.

-¿Cómo se adecuaron a este nuevo y complejo escenario?

- Se tuvieron que reajustar y rever ciertas partidas de gastos para poder mantener el equilibrio y poder a la vez cumplir con las obligaciones que tiene el municipio, el pago de sueldos y el pago de proveedores, pero también teniendo en cuenta de afectar lo menos posible la prestación de servicios a los ciudadanos, a los vecinos de la ciudad que hacen un esfuerzo y pagan sus tasas como la tasa general de inmuebles y hay que prestarles un servicio por ese tributo que están pagando.

- En este contexto, ¿cómo evoluciona la recaudación propia?

La Tasa General de Inmuebles tiene un comportamiento que es el único tributo que nos está sorprendiendo donde el vecino está cumpliendo, pero bueno, ese tributo representa un 15 % del total de los recursos del municipio, es decir que en términos globales lo que impacta en las finanzas no es muy importante. Venimos con una similar tasa de cumplimiento en la relación emisión - recaudación que el año anterior.

Pero donde sí vemos la caída es en el Derecho de Registro de Inspección, que es un poco lo que marca el nivel de actividad de la ciudad. El DREI es una alícuota sobre la facturación que las empresas declaran, ese ítem de recursos está teniendo una caída en términos reales al igual que la coparticipación, lo que marca una recesión o un impacto de todas las medidas económicas a nivel nacional que también se están dando aquí en la ciudad.

- ¿Cuánto tiene que ver el freno de la obra pública?

- Va de la mano, claramente, con todo el proceso de obras que teníamos en ejecución nosotros acá en la ciudad, muchas obras a nivel nacional y provincial que después del 10 de diciembre están paralizadas debido a que se han cortado los ingresos de fondos provenientes tanto de Nación como de Provincia. Yo siempre digo que las obras tienen un doble impacto, por un lado, mejoran la calidad de vida de los vecinos por la mejora en sí que significa la obra para el vecino que la está disfrutando o el vecino al cual está destinada, y por el otro el impacto económico que genera la obra pública sobre la dinámica económica de la ciudad. Cada obra que se hace en la ciudad implica empleados que están trabajando en esa obra, esos empleados gastan después en el supermercado, en las tiendas, o sea, todo el derrame económico que tiene sobre la ciudad la obra pública.

-¿Se ve también el impacto en el tema comercial? Hay comercios cerrados, sobre todo en el microcentro, y hace tiempo no se veía eso también

Así es, el contexto económico más inflacionario, más la pérdida del poder adquisitivo que está teniendo el salario que no puede alcanzar a cubrir o a llegar a ganarle, ni siquiera a empatarle a la inflación hace que el poder adquisitivo de todo el asalariado se vea disminuido. La gente con un menor poder adquisitivo, un menor poder de compra, se las va rebuscando y primero deja de pagar impuestos, después deja de comprar ropa o todos esos rubros de artículos del hogar, tiendas y demás y centra sus gastos en las necesidades básicas de comer. Y eso obviamente después se refleja en que los comercios facturen menos o algunos tengan que cerrar por no poder mantener su estructura de costos y no ser rentable el negocio.

Estamos viendo un panorama muy complejo de acá en adelante, por ello hemos tomado ciertas medidas que, digamos, que nos permitan afrontar dicha situación en donde hemos reducido o readecuado partidas de gastos para poder cumplir el tiempo y en forma con tanto proveedores como con la cuestión remuneraciones, sueldos al personal, en todo momento hasta ahora y esa es la intención del intendente de cumplir siempre en tiempo y en forma respecto al pago de sueldos como lo venimos haciendo.

Obras demoradas

Masat puso sobre la mesa la necesidad de reactivación de la obra pública: “El intendente (Amadeo Enrique Vallejos) ha hecho un pedido a la provincia para que intervenga ante Nación para poder reactivar todas las obras nacionales que se han paralizado después del 10 de diciembre, como ser las obras de infraestructura y de urbanización que se estaban haciendo en San Francisco, Barrio Nuevo, Guadalupe. También hizo los pedidos para poder finalizar las obras públicas provinciales, pero al día de la fecha no hemos tenido todavía respuesta alguna como la Cocina Centralizada, las 212 viviendas en barrio Guadalupe, dos obras que ya estaban en curso y que no se las pueden terminar, la Planta de Tratamientos Cloacales, el ensanche del camino “Héroes de Malvinas”.

El secretario del área contable del municipio insistió con que “tenemos proyectos presentados como por ejemplo el Museo de Malvinas, la prolongación de calle Rossi hasta la ruta al Puerto y tener otra salida de la ciudad, también están presentados todos los proyectos o el ingreso al Parque Industrial por Calle 44 desde el Oratorio, son todos proyectos que se han presentado a provincia para que financie dichas obras, pero no estamos teniendo respuestas”.

Fuente el litoral