A diez años de haber sido utilizadas por primera vez y en medio del contexto de pandemia, los argentinos se preparan para votar el 12 de septiembre próximo en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (Paso), que se consagran en 2021 como una instancia no sólo para dirimir competencias internas sino también liderazgos.

Especialistas en temas electorales sostienen sostienen que, desde que fueron creadas, y cada dos años, las primarias entran en debate, más allá de la fuerza política que esté en el poder.

Este año, signado por la pandemia, no fue la excepción y el debate sobre la conveniencia o no de llevarlas a cabo transcurrió con argumentos que iban desde cuestiones económicas hasta sanitarias para derogarlas. Finamente, el gobierno nacional decidió trasladarlas de agosto —mes en que tradicionalmente se celebran— a septiembre para evitar el pico de contagios de coronavirus.

Entre los principales detractores de la realización de las Paso se encontraban algunos de los referentes opositores, espacio que será —en esta oportunidad— el que mayor aprovechamiento realizará de las mismas: Juntos por el Cambio (JxC) tendrá internas reales en 17 provincias, entre ellas las estratégicas Buenos Aires y Córdoba.

La clave

“Este año es cuando en su mayor expresión se van a usar las Paso: no sólo para dirimir competencias internas sino también liderazgos sobre la posterior candidatura presidencial, para ir generando un nuevo conductor”, aseguró Alejandro Tullio, profesor de Derecho Electoral y director del Instituto de Ciencias Jurídicas de la Universidad Nacional de San Martín.

Según su cálculo, en las Paso de septiembre Juntos por el Cambio tendrá competencia en 17 provincias, el Frente de Todos (FdT) solamente en cinco —entre ellas Santa Fe— y la izquierda en 18 distritos.

Las Paso fueron creadas con el confeso objetivo de fomentar la democratización interna de las agrupaciones políticas y ordenar la selección de candidaturas y la oferta electoral a través de la construcción de opciones más claras y acotadas para los votantes.

“Uno de los aspectos positivos que han tenido las primarias es el ordenamiento de la oferta partidaria. Desde el terremoto de 2001 se fue reforzando la tendencia hacia la comprensión en una oferta acotada”, dijo Facundo Cruz, doctor en Ciencia Política, consultor, investigador y profesor universitario.

Desde su creación, y cada dos años, las primarias entran en debate, más allá del gobierno de turno

“A casi diez de su primera implementación, todas las provincias del país tuvieron competencia interna en al menos un partido o coalición, tanto para diputados como para senadores. Todas menos La Rioja, donde hay consenso y unidad. En tanto Corrientes, en el 43,9 por ciento de los casos, hubo internas competitivas”, detalló Cruz.

“Pero tanto la provincia de Buenos Aires como la Capital Federal están por debajo de la media nacional. Son los dos distritos grandes y tapan el bosque de las Paso, que se usaron más en el resto del país”, resaltó el catedrático.

“De todos los procesos electorales desde 2011, para diputados nacionales, el 20 por ciento tuvo competencia interna, lo que me parece positivo”, consideró Cruz. Y agregó: “Una de cada cuatro coaliciones utiliza las Paso para las elecciones legislativas de Diputados y una de cada cinco lo hace para la elección de senadores”.

Aporte

En tanto, según Tullio, “las Paso tuvieron una gran contribución” y precisó que “se redujo a la mitad el número de candidaturas presidenciales y a un tercio de legisladores nacionales en cada elección”.

“No es menor, porque ordenó un sistema de partidos que tendía a la fragmentación a uno que tiende a la unificación. Cuando tienden a la concentración, mejora la representación política”, indicó.

Ambos especialistas coincidieron en señalar que “uno de los efectos positivos que han tenido las primarias es en el ordenamiento de la oferta partidaria”, ya que desde 2001 en adelante “se reforzó la tendencia hacia la compresión en una oferta acotada”.

Fuente:La Capital