Antonio Bonfatti y José Corral están más cerca de decidir no ser candidatos a diputado nacional que de aceptar esa opción. Pero esto es política y las listas recién estarán cerradas el 9 de junio próximo.
El mejor candidato que tiene a mano el Frente Progresista es Antonio Bonfatti, quien cosechó la friolera de 760 mil votos en las últimas elecciones. Pero el ex gobernador está cómodo en su rol de presidente de la Cámara de Diputados, cargo para el que fue reelecto la semana pasada.
Bonfatti quiere volver a ser gobernador en 2019 y mantener el ancla en la provincia durante dos años más tiene beneficios y adversidades. No será lo mismo para Miguel Lifschitz gobernar, plantear la reforma constitucional y alentar su propia reelección con su antecesor midiendo los pasos desde la Poltrona de la Cámara baja que desde una banca nacional.
Tampoco para Bonfatti será lo mismo erigirse en figura nacional desde la potencialidad de un reverdecer de la centroizquierda, que se meta como cuña en la polarización que acicatea el gobierno nacional, quedándose en Santa Fe, lejos de las luces de la Capital Federal. Escrito esto, el lector entenderá que no hay análisis político a futuro sin la resolución de la interna Lifschitz-Bonfatti. Y para eso falta mucho.
Nombres progresistas
Si Bonfatti no es candidato, las chances están entre algunos ministros del gabinete provincial. Otros, en el socialismo, levantan el nombre del presidente del PS, Enrique Estévez, pero esa opción parece haber quedado atrás. El picante ministro de la Producción, Luis Contigiani, y la ministra de Educación, Claudia Balagué, son las dos referencias del equipo de gobierno que se mencionan como potenciales postulantes.
El radicalismo puso en la mesa el nombre del ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro. Lo peor que puede pasarle a un funcionario tan importante y estratégico es quedar en el run run de una candidatura. Se sabe que Pullaro no será candidato, porque Lifschitz lo quiere mantener al frente de Seguridad.
Si el Frente Progresista vuelve a ganar elecciones en la provincia o Rosario es porque la seguridad mejoró. De lo contrario, tendrá que hacer las valijas. En cualquier encuesta que se escudriñe, esa preocupación sigue al frente. Y mucho más en la principal ciudad de la provincia. El gobernador lo sabe y tiene en mente un par de anuncios importantes al respecto. Pullaro podrá tener viabilidad política, como Lifschitz, Bonfatti y el Frente Progresista todo, si cumple con creces su función de ministro y la seguridad mejora.
En Cambiemos, el piso parece moverse y la tensión va in crescendo. "Están todos ansiosos acá, y hay demasiadas peleas. Todos tienen que bajar dos cambios. Nosotros entendemos las internas, sabemos que el radicalismo entero no puede venir de golpe a Cambiemos, pero necesitamos legisladores propios", dijo, el jueves a la noche, una fuente cercana al ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
Frigerio, un cardenal Samoré conjetural, escuchó a todos los presentes en un hotel céntrico, mostró su preferencia por alcanzar una lista de consenso entre el PRO y los radicales, aunque no descartó un proceso de competencia en las Paso. Son muchos más los que quieren tener un lugar en la lista que las bancas a ocupar.
Los cincuenta dirigentes presentes en la convocatoria del ministro del Interior sabían y saben que no es lo mismo que a la lista a diputado nacional la encabece Corral que otra referencia del universo macrista santafesino.
No es lo mismo, tampoco, para los peronistas que integran Cambiemos que al frente de la nómina esté Luciano Laspina que Mario Barletta, si es que el intendente de Santa Fe define permanecer en su cargo. "Está también (Jorge) Boasso, no hay que descartarlo para nada", sostienen cerca de la cúpula.
Como tantas veces, el que primero leyó lo que se venía fue Carlos Reutemann, quien en una entrevista con LaCapital dijo hace casi un mes que "jamás apoyaría a un radical", en relación al Grupo Universidad, a quien acusa de haberle hecho una brutal campaña sucia con las inundaciones. Boasso definió no ser parte de la lista si Barletta la encabeza. "Si es así, presento mi nómina, estoy juntando avales", se le escuchó decir al concejal rosarino.
El problema que tiene Laspina es de instalación, pero en su sector coinciden que una campaña intensa con Macri, como placebo o en cuerpo presente, mejorará las chances. Aunque todo quedaría solucionado si Corral acepta ser candidato, el presidente de la UCR está más cerca del "no" que del "sí". Es más, según dicen en su entorno la decisión está tomada.
El día de la definición será el miércoles próximo, jornada en la que el presidente de la Nación tiene previsto llegar a la ciudad de Santa Fe. En un encuentro cara a cara, Macri y Corral definirán algunas cuestiones. Los episodios tienen sus curiosidades. En el radicalismo se quejan de que si encabeza Laspina y Elisa Carrió impone el nombre de Lucila Lehman como cupo, la UCR estará fuera de juego.
"Tiene que encabezar un radical, sea Barletta o Boasso. Acá no es como en Córdoba, que va primero Baldassi", dicen cerca de Corral. Y la respuesta no se hace esperar desde la vereda macrista: "Si Corral no es candidato no puede imponernos nada. Además, perdieron en la convención radical". Algo resolvería en dos segundos tantas idas y vueltas: una lista confeccionada por la Casa Rosada.
Mientras tanto, en el peronismo santafesino se mantienen las dudas respecto del nombre que definirán senadores, intendentes y presidentes de comuna para ¿enfrentar? a Agustín Rossi.
"A fin de mes se hace el congreso y es probable que decidamos ir a un frente, como en el 2009. Si es así, no va a haber internas", confió una fuente. El presidente del PJ, Ricardo Olivera, no es muy afecto a esa resolución. Nada está definido.
Para el cierre de listas falta más de un mes. Y eso, en política, es una eternidad. Aunque haya comenzado la cuenta regresiva.
por Mauricio Maronna
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