Una adolescente de 14 años intentó quitarse la vida arrojándose desde un puente peatonal ubicado sobre las vías del ferrocarril, en la ciudad de Ceres, departamento San Cristóbal. El hecho ocurrió durante la mañana del viernes 25 de abril y fue confirmado por fuentes policiales y sanitarias. La joven permanece internada en el Hospital de Niños Orlando Alassia de Santa Fe capital, con lesiones de consideración pero sin riesgo de muerte.
Según informó la Unidad Regional XIII de Policía, la menor cayó desde unos cinco metros de altura y fue asistida en el Samco local, desde donde fue derivada al hospital de Tostado para estudios de mayor complejidad, y finalmente al nosocomio santafesino.
El parte médico
El parte médico aportado por el Dr. Pablo Ledesma, director del Hospital de Niños, confirmó que la paciente presenta un "traumatismo de columna vertebral con lesión vertebral y ligamentosa, sin compromiso neurológico". La evolución es favorable y se aguarda el material quirúrgico necesario para una intervención en la columna".
Violencia en la escuela
Detrás del desesperado acto, familiares y allegados aseguran que hay un trasfondo de violencia escolar. "La nena venía sufriendo bullying y amenazas en la Escuela de Enseñanza Tecnica 453, Estanislao López, por parte de tres compañeras", contó una amiga de la familia en diálogo con El Litoral. "Incluso habría dejado una carta en su mochila, que está en manos de los psicólogos que la asistieron. Recibía amenazas también a través de Instagram", detalló.
Lo ocurrido generó un profundo malestar en la comunidad educativa.
La situación generó un profundo malestar en la comunidad educativa. El lunes siguiente al hecho, un grupo de padres y alumnos se presentó en el colegio con carteles que decían "Queremos ser escuchados" y "Basta de violencia". Fueron recibidos por las autoridades escolares, que aseguraron estar trabajando junto al equipo interdisciplinario del gobierno de Ceres y de la Regional de Educación.
Sin embargo, la respuesta oficial no fue suficiente para calmar los ánimos. El delegado regional de Educación, Horacio Rigo, explicó que se están tomando medidas y que se activó la intervención del equipo socioeducativo. "El hecho ocurrió fuera del ámbito escolar, pero se investiga si hubo antecedentes dentro del colegio", señaló.
"Se están tapando otros casos"
Mientras tanto, distintas voces se suman al reclamo de una intervención más decidida por parte de las autoridades. "En esta escuela ya hubo otros episodios de violencia. Hace poco una mamá denunció que un portero fue suspendido por abuso a una menor. Se están tapando muchos casos", relató una fuente local que entrevistó a familias tanto de la víctima como de las alumnas señaladas como agresoras.
"Basta de violencia"; "Queremos ser escuchados", algunas de pancartas que se vieron en la escuela.
La situación derivó incluso en una restricción de acceso de los padres al establecimiento, lo que provocó nuevas protestas. "Hay chicos que no quieren volver a clases. El clima es de mucho miedo y desconfianza", describió otra madre.
El caso de la adolescente de Ceres puso en evidencia un problema profundo que atraviesa muchas instituciones educativas: la falta de contención frente al acoso escolar. Por estas horas, la comunidad exige acciones concretas para garantizar la seguridad emocional y física de los estudiantes.
La joven continúa bajo cuidado médico y psicológico, mientras se espera su cirugía y evolución. La causa está siendo investigada por la Justicia y la Policía, que trabaja en conjunto con los organismos del Estado para esclarecer lo ocurrido.
Fuente: El Litoral
