El simple ejercicio casero que puede decirte cuán viejo es tu cuerpo
Estar de pie sobre una sola pierna por unos segundos puede parecer una tarea simple, pero revela mucho más de lo que imaginamos sobre el envejecimiento de nuestro cuerpo.
Un estudio liderado por Mayo Clinic y publicado en PLOS One destaca que la capacidad de equilibrarse en una pierna, especialmente en la no dominante, disminuye con los años y podría ser un indicador más revelador del deterioro físico que otros factores como la fuerza muscular o el agarre de las manos.
Esta prueba, aparentemente sencilla, nos conecta con una medición profunda de la llamada “edad biológica” del cuerpo.
Edad biológica vs. edad cronológica: una nueva perspectiva
La edad cronológica representa los años vividos, mientras que la biológica refleja el funcionamiento interno del organismo.
Factores como el equilibrio y la fuerza muscular permiten evaluar esta última, arrojando luces sobre cómo el cuerpo responde al envejecimiento.
Según el estudio, el tiempo promedio que una persona mayor de 65 años puede sostenerse sobre una pierna es de 11 segundos, mientras que en adultos menores de esa edad se extiende a 17 segundos.
Este sencillo ejercicio es una herramienta accesible para medir el estado físico y anticipar posibles complicaciones asociadas al envejecimiento.
Sarcopenia y el impacto en el equilibrio
El equilibrio depende en gran medida de la fuerza muscular, un factor que comienza a deteriorarse a partir de los 50 años debido a la sarcopenia, la pérdida progresiva de masa y fuerza muscular.
Este proceso afecta habilidades motoras cruciales, incrementando el riesgo de caídas, una de las principales causas de lesiones graves en adultos mayores. Combatir la sarcopenia mediante ejercicios de fuerza y balance puede retrasar este deterioro, promoviendo una mayor independencia y calidad de vida.
Cómo prevenir caídas y mejorar la calidad de vida
Las caídas no solo representan un riesgo inmediato de fracturas y lesiones, sino que también conllevan complicaciones a largo plazo, como inmovilidad, pérdida de independencia y deterioro cognitivo. La evaluación regular del equilibrio puede ser clave para identificar a personas en riesgo y aplicar medidas preventivas.
Rutinas de ejercicios centradas en fortalecer las extremidades inferiores y mejorar la coordinación motriz pueden marcar una diferencia significativa. Así, cuidar el equilibrio no solo protege de caídas, sino que también garantiza un envejecimiento más saludable y pleno.
Fuente:Cadena3
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