En un avance significativo en la lucha contra la influenza, un grupo de investigadores demostró que una nueva estrategia de vacunación, basada en vectores de citomegalovirus (CMV), puede inducir células T de memoria efectoras en los pulmones que protegen a los macacos cínomogos de la influenza aviar altamente patógena.
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El estudio, publicado en Nature Communications, revela que esta vacuna experimental podría ser clave para desarrollar una vacuna universal contra la influenza, capaz de proteger contra una amplia gama de cepas virales.
El desafío de la diversidad viral
El desarrollo de una vacuna universal contra la influenza fue objetivo esquivo para la comunidad científica. Las vacunas actuales dependen en gran medida de inducir anticuerpos contra las proteínas de superficie del virus, hemaglutinina (HA) y neuraminidasa (NA), que son altamente variables y mutan con frecuencia.
Esta variabilidad hace que las vacunas sean efectivas solo contra cepas específicas y su eficacia fluctúa entre el 30% y el 60%, dependiendo de la coincidencia con las cepas circulantes cada temporada. Además, estas vacunas proporcionan poca protección contra los virus pandémicos emergentes.
El estudio dirigido por la Universidad de Pittsburgh y la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón, en colaboración con otras instituciones, propone una solución innovadora. En lugar de centrarse en las proteínas de superficie variables, los investigadores optaron por utilizar proteínas internas del virus de la influenza, como la matriz (M1), la nucleoproteína (NP) y la polimerasa básica 1 (PB1), que son altamente conservadas entre diferentes cepas del virus. Estas proteínas internas son menos propensas a mutar, lo que podría ofrecer una protección más amplia y duradera contra diversas cepas de influenza.
Diseño y resultados del estudio
Para probar esta hipótesis, los investigadores desarrollaron vectores de CMV modificados para expresar estas proteínas internas del virus de la influenza. Utilizando macacos cínomogos de Mauricio (MCM) como modelo, los animales fueron vacunados con estos vectores y posteriormente expuestos a una cepa letal de influenza aviar H5N1 por vía aérea. Los resultados fueron prometedores: el 54.5% de los macacos vacunados sobrevivieron a la infección, en comparación con el 0% del grupo no vacunado, que sucumbió a la infección en solo siete días.
La supervivencia de los macacos vacunados se correlacionó con la magnitud de las células T CD4+ específicas de la influenza residentes en los pulmones antes del desafío viral. Estas células T de memoria efectoras parecen estar posicionadas estratégicamente para interceptar y combatir el virus rápidamente, evitando el desarrollo de una enfermedad grave.
Implicaciones para el futuro
El éxito de esta estrategia en un modelo animal riguroso sugiere que las vacunas basadas en CMV podrían ser una herramienta poderosa para la protección contra la influenza pandémica. Esta estrategia podría superar las limitaciones de las vacunas actuales al proporcionar una inmunidad más amplia y duradera contra diversas cepas de influenza.
La investigación también resalta la versatilidad de los vectores de CMV, que han mostrado potencial en otros contextos, como las vacunas contra el VIH. Los vectores de CMV son conocidos por su capacidad para inducir altas frecuencias de células T de memoria efectoras en los órganos periféricos, incluidos los pulmones, lo que los convierte en candidatos ideales para desarrollar vacunas dirigidas a enfermedades respiratorias como la influenza.
Desafíos y próximos pasos
A pesar de los resultados prometedores, todavía quedan desafíos por superar antes de que esta estrategia pueda ser aplicada en humanos. La seguridad y la inmunogenicidad de los vectores de CMV en humanos deben ser evaluadas en ensayos clínicos. Además, será crucial determinar si esta estrategia puede proporcionar una protección similar contra otras cepas de influenza y en diferentes poblaciones.
Los autores del estudio, incluyendo a los doctores Sharon B. Buchbinder, Darrah S. Reed y John A. Sacha, enfatizan la necesidad de seguir explorando las vacunas basadas en células T de memoria efectoras para el desarrollo de una vacuna universal contra la influenza. Su investigación proporciona una base sólida para futuros estudios y abre una nueva vía en la lucha contra las pandemias de influenza.
Fuente el litoral
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