El día después de Argentina campeón de América vino con un “bonus track” para el enviado de El Litoral: una visita a las instalaciones del Inter de Miami, el lugar elegido por Lionel Messi para estas “últimas batallas”. Y también por Facundo Farías y por el Tata Martino, un hombre que tiene un recorrido en el fútbol como pocos, que ya a los casi 62 años que cumplirá en noviembre, sabe que también aprovecha estos años a sabiendas de que los caminos de la vida lo están llevando hacia otra parte. “Ya soy abuelo, tengo nietos y la verdad es que me gusta mucho estar con ellos y disfrutarlos”, le confiesa al enviado de El Litoral.
Una mañana en el "hogar" de Messi
El Tata estuvo en el Hard Rock el domingo en la consagración de Argentina. Se asombra con el “Dibu” Martínez, de quién dice que “parece que está atajando en un arco de baby fútbol porque da la sensación de que es imposible que le hagan un gol”. Y por supuesto que no deja de recordar su paso por Colón: “La verdad es que yo termino dirigiendo a Colón porque ya le había dicho que no en dos oportunidades. Había programado un viaje con mi señora y cuando volví, se fue Juanchi Pizzi y me llamaron. Fleming y Darrás fueron los que me convocaron. Yo recién empezaba mi carrera, había dirigido en Arrecifes, en Córdoba y a Libertad de Paraguay. Era un buen equipo. Lo tenía a Fernando Allocco, que hoy es colaborador de Lorenzo en Colombia”, recuerda el Tata.
Facundo Farías está recuperándose de la rotura de ligamentos cruzados y hace trabajos diferentes al resto. Según el Tata, si todo sigue así estará en condiciones de volver en octubre, justo para el momento que se disputen los play off. Y ante la consulta de El Litoral, cuenta que lo estuvo haciendo jugar de delantero por izquierda, pero no bien abierto sino tirando diagonales hacia adentro, porque por afuera tiene marcadores de punta con proyección.
Mientras tanto, uno lo vé a Jordi Alba divertirse como un chico con un colaborador. “¿Dónde querés que te caiga la pelota?, ¿en la cabeza?... Bueno, va a ir a la raya del área chica, esperala ahí”… Y ahí le cae la pelota para que meta el frentazo. Y así siguen un buen rato, entre risas y “cargadas”, pero dejando en claro que a la pelota la pone cómo y dónde quiere. Casi de manera natural, sin esfuerzos.
Lionel Messi se presentará este martes, aunque habrá que esperar el resultado del estudio que le harán en ese tobillo que quedó muy inflamado. “Enseguida se le hinchó”, comenta el Tata. Seguramente, será un esguince y habrá que esperar que sólo sea eso y no algo más importante. Fue suficiente para que Leo deba dejar la cancha e irrumpir en llanto, mientras sus compañeros se debatían en el campo de juego para conseguir este nuevo título.
Coincide el Tata con este enviado, en que esta es la mejor selección de la historia del fútbol argentino. “Los resultados mandan”, asegura, cuando le recordamos aquellos equipos que él dirigió y que realmente jugaban bien, pero que perdieron dos finales por penales en las Copa América de Chile y de Estados Unidos 2016. Es increíble, pero cómo el resultado de una definición por penales termina inclinando la balanza hacia el lado del éxito o del no éxito, porque decir que una selección que llega a una final es un fracaso, se me ocurre que es algo desmesurado e injusto. Y a esta generación –al menos a Messi, Di María y Otamendi- ahora también se le reconocen esas finales perdidas, tanto con el Tata de DT como con Sabella en el Mundial de Brasil.
El estadio está de un lado y, separado por un párking, se encuentra el campo de entrenamiento. Son tres canchas con un impecable césped natural, que es para el equipo profesional. Y más atrás, seis o siete canchas donde se entrenan los juveniles, que también cuentan con un estado impecable como todas las instalaciones del club.
El Tata pregunta por Colón y también por Unión. Sigue de cerca a Colón y recuerda sus inicios dirigiendo en el ascenso y cruzándose con otro que también se iniciaba en ese momento: Iván Delfino. Y de Unión, además de referenciar a Zenón, pregunta por Vera y también por el encargado de conducir las inferiores, porque vé que Unión está sacando jugadores.
Ver el lugar en el que Messi pasa buena parte de sus días en Miami, fue el regalo que tuvimos en este final de cobertura en Estados Unidos. Valió la pena. Y mucho más volver a cruzarnos con un tipo como el Tata Martino, que ha dejado una imagen de buena gente, además de entrenador, que aún hoy enarbola como bandera de su vida.
Fuente el litoral
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