Si no hay foto, no ocurrió. ¿Cómo harán entonces todos los turistas que visiten Bergün, en Suiza, para alardear de que estuvieron en un lugar de cuento si no pueden mostrarlo?

Y es que el alcalde de este pequeño pueblo de 457 habitantes en el cantón de los Grisones tomó una curiosa medida: prohibir las fotos -de cualquier tipo y con cualquier dispositivo- dentro de sus fronteras. ¿El argumento? Evitar la "sensación de infelicidad"que las fotos pueden causar en quienes las vean.

"Se ha demostrado científicamente que observar hermosas fotografías de las vacaciones de amigos o familiares colgadas en las redes sociales puede hacer infeliz al espectador", dice un comunicado de la Oficina de Turismo de la comuna.

¿La multa para quienes incumplan con la ordenanza? Cinco francos suizos (un poco más de 80 pesos argentinos), que serán destinados a proteger el paisaje del municipio.

"No queremos que la gente se sienta desgraciada viendo fotos de nuestro pintoresco paisaje, así que invitamos a que se acerquen hasta aquí a experimentarlo por sí mismos", aseguró el alcalde Peter Nicolay, que fue duramente criticado en las redes.

Sin embargo, muchos olfatearon una movida de marketing para poner a Bergün en el mapa e incentivar el turismo. Pese a la contradicción, el cartel callejero que avisa sobre la medida se convirtió en uno de los puntos más fotografiados del pueblo.

FUENTE: TN