Si bien algunas iniciativas clave lograron abrirse camino, no sin antes pasar por el tamiz de las intensas negociaciones, otras como las leyes de seguridad o de conectividad —también prioritarias para la Casa Gris— acumulan meses de espera.

Con mayoría opositora en la Cámara baja y cortocircuitos oficialistas de larga data en el Senado, sumado el año electoral en curso, el escenario legislativo acrecienta su complejidad.

Por lo pronto, la ampliación del bloque de senadores perottistas a seis (ingresaron Cristina Berra y Eduardo Rosconi) insufla algo de oxígeno al rafaelino, enfrentado con la bancada del PJ de la Cámara alta que conduce Armando Traferri.

Perotti y Traferri potenciaron sus diferencias en los últimos meses, desde la puja inicial por la declaración de la ley de emergencia económica hasta los coletazos de la causa por el juego ilegal en la provincia, por la cual el senador pudo sortear a fines de 2020 un pedido de desafuero.

Ahora, el representante del departamento San Lorenzo se despachó con un proyecto que pretende regular por ley el Plan Incluir, creado por el Ejecutivo para encarar obras en pueblos y ciudades de la provincia.

Por eso, además de fijar el curso de su gestión para un nuevo año signado por los efectos de la pandemia de Covid-19, el mandatario santafesino planteará ante los legisladores sus necesidades para los días por venir, que inexorablemente tendrán alto voltaje político.

El primer indicio lo dio el ministro de Gobierno provincial, Roberto Sukerman, quien —en declaraciones a UNO Santa Fe— avisó: “Hay senadores que se creen jeques o príncipes” de sus departamentos. Segundos afuera.

Fuente:La Capital