Los opositores que no votaron la ley de leyes —referenciados en Rubén Giustiniani y Carlos del Frade— chicanean a los legisladores del Frente Progresista que levantaron la mano como si fuesen jueces de línea marcando algún offside.

“Los feroces opositores del Frente Progresista le dieron a Perotti la ley que le importa, la de presupuesto, pero se la pasaron haciéndose los bravucones en los medios”, dijo a La Capital un “progresista coherente”, como se autodefinió.

   Habrá que ver, a partir de lo sucedido con el presupuesto, si el Frente vota en consonancia con lo que dice en las sesiones extraordinarias, o es humo para la tribuna. Hay proyectos muy sustanciosos en lista de espera: el que elaboró Sain con la reforma policial, conectividad y algunas otras iniciativas por el estilo.

   La Casa Gris tiene su primer presupuesto de gastos e ingresos, con el que deberá afrontar un año clave. El 2021 importará mucho más que el actual y que el 2022, por una razón poderosa: habrá elecciones que confirmarán o rectificarán quién manda y quién es el mandado en la política santafesina.

Oficialismo y oposiciones

No es tan simple de decodificar el actual escenario político provincial: hay demasiadas oposiciones como para poder derrotar al peronismo que, si cauteriza heridas entre Perotti y los senadores, podrá volver a cantar victoria. Siempre que el gobierno nacional no siga cometiendo tropelías.

   Las elecciones de mitad de mandato siempre se nacionalizan. En ese sentido, la provincia es el mejor ejemplo para demostrar ese planteamiento teórico. En 2017 ganó Albor Cantard, candidato del macrismo. No lo conocía la mayoría de sus votantes. Es un ejemplo que hacen trinar algunos perottistas para defender una candidatura a senador de Roberto Mirabella, desconocido por la inmensa mayoría de los santafesinos. “Los candidatos van a ser Fernández y Omar”, repiten como un mantra.

   El problema que tiene Perotti es el mismo que tuvieron antes los gobiernos del Frente Progresista, pero amplificado. En estos once meses de 2020 se produjeron 350 homicidios. Desde hace casi cinco años no se registraba tanta violencia. Es ahí donde el gobierno debe poner los esfuerzos para que pueda cumplir la principal consigna de campaña del rafaelino que conduce la Casa Gris: “Orden y paz”.

El factor Agosto

En lo demás, Perotti no parece atravesar demasiadas tormentas. Tiene a un eficaz ministro de Economía, Walter Agosto, que fue el encargado exclusivo de negociar con los senadores el presupuesto. Agosto logró pasar de los casi 20 mil millones en rojo a casi 20 mil millones en verde. Sobre esa caja se sienta Perotti, que, además, contó con la benevolencia de los sindicatos que no tuvieron paritarias en todo 2020.

   “Imagínese si nosotros hacíamos lo de (Adriana) Cantero con las bajas de las titularizaciones y les decíamos «hasta dentro de varios meses no nos juntamos para hablar de sueldos». Amsafé nos zapateaba arriba de los escritorios. Y ahora, calladitas...”, dijo a La Capital una autoridad del gobierno anterior.

   Siempre se dijo, y se puede comprobar fuertemente también en el nivel nacional, que los gobiernos peronistas son los más ajustadores cuando hay que hacer ajustes. No es sólo un juego de palabras, es una comprobación empírica. Cuando hay para repartir, el peronismo reparte, cuando hay que ajustar, el peronismo ajusta.

   Y ahí viene la cuestión principal para el 2021. Los años electorales, históricamente, siempre fueron propicios para el populismo, para la mano abierta del Estado. ¿Cómo se las ingeniará Fernández sin ATP ni IFE? Perotti tiene 28 mil millones. Caja.

Demasiado tránsito

La oposición santafesina va y viene. A veces se planta y a veces no. Deberían empezar a tejer un frente común entre los que más o menos piensan parecido. “Es muy simple, si hacemos una alianza con Juntos por el cambio se nos rompe el partido”, dijo una referencia socialista. Alguien lo escuchó y se animó a decirle: “Para hacer tortilla también hay que romper huevos”.

   Esa situación hará que el radicalismo empiece a explorar horizontes más amplios. En eso están. Y en eso está el intendente de Rosario, Pablo Javkin, que no es un radical orgánico pero es el más buscado por la UCR nacional y dirigentes cercanos a Horacio Rodríguez Larreta.

   Todos tienen encuestas en la mano. De los opositores, Miguel Lifschitz es, por lejos, el mejor posicionado, pero nada garantiza que sea candidato a senador. Hábil, el presidente de la Cámara de Diputados recorre pueblos de la provincia más para el 2023 que para el año próximo. Aunque el gambito sea decir que no descarta una postulación.

   Igual, lo más duro para Perotti está adentro de la estructura institucional de poder. “Entiendo la construcción política de una manera distinta. Yo creo en el consenso. Cuesta muchísimo y, a esta altura, nos lleva mucho trabajo negociar una ley”, dijo Armando Traferri a un programa político. Todo un mensaje al corazón del gobierno.

   Primero hay que ordenar la casa.

Fuente:La Capital