El Ministerio de Agroindustria, a través de la Subsecretaría de Control Comercial Agropecuario (SUCCA), realizó controles en localidades de las provincias de Chaco, Tucumán y Buenos Aires. Las tareas de inteligencia comercial y fiscalización recibieron el acompañamiento de la Oficina de Gestión de la información de la SUCCA, en conjunto con las dependencias provinciales. En Chaco, en la localidad de Hermoso Campo, se clausuró una cerealera que cedía la matrícula del Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA) a un tercero, no habilitado y realizaba su actividad comercial acreditando su operatoria con documentación comercial adulterada, por lo que se suspendieron de forma transitoria los derechos de propiedad sobre más de 350 toneladas de girasol. En la localidad de Villa Ángela se verificaron tres establecimientos de una firma, se encontraban en estado de abandono y con serios problemas con la AFIP según se constató en su constancia de inscripción, la firma no informa en sus declaraciones juradas movimientos desde hace más 180 días por tanto se suspenderán las matrículas comerciales según lo establecido en la resolución 21-E/2017 y se derivará el tema a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). En Tucumán se pusieron bajo interdicción más de 350 bolsas de harina provenientes de un molino del sur de Córdoba, en un depósito mayorista no matriculado en RUCA. Por otra parte, en la provincia de Buenos Aires, en la localidad de Capitán Sarmiento, se inspeccionó una cerealera que no contaba con ninguna Carta de Porte de las más de 3.300 toneladas de avena, trigo, soja y maíz que se cubicó en existencia. También se observaron diferencias entre el stock físico cubicado en planta y lo asentado en el Registro Sistémico de Movimientos y Existencias de Granos previsto por la Resolución Conjunta General 4167-E 2017 del Ministerio de Agroindustria y la AFIP, lo que motivó la interdicción de la totalidad de la mercadería. En Juan Fernández, partido de Necochea se hizo lo propio con más de 300 toneladas de cebada y 230 de trigo por no amparar la mercadería debidamente. El trabajo realizado tiene el objetivo de ajustar los controles, sobre todo en zonas marginales, donde algunas deslealtades comerciales fueron históricamente una práctica habitual de muchos operadores, y que la Subsecretaría tiene la misión de desarticular.