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CAMPO

13 de diciembre de 2017

Sunchales, la capital del forraje

La tradicional jornada Experiencia Forrajera este año sumó Experiencia en Cosecha. Se analizó el impacto en cultivos con disertaciones a campo y maquinarias en movimiento. Todas las novedades en un tema que cobra cada vez mayor impacto en el bolsillo del productor.

Según cifras del INTA, en materia de forrajes conservados, la eficiencia parece ser una utopía de la que estamos todavía bastante lejos. De hecho, en las 3,2 millones de hectáreas de alfalfa que se siembran cada año en el país, se pierden 1 millón 600 mil toneladas durante el proceso de corte, elaboración, almacenamiento y suministro de heno. A su vez, según las evaluaciones de pérdidas de cosecha en los principales cultivos realizadas en las últimas campañas en 7 provincias, en Argentina quedan U$S 1.019 millones en el rastrojo. Los datos arrojan una idea aún más importante: aplicando tecnologías de proceso y buenas prácticas es posible reducir al menos un 20 % de esta ineficiencia. Auditorio colmado. La Experiencia Forrajera ya es un clásico para aprender las últimas tendencias en materia de confección de forraje, y ellos lo saben.Foto: Campolitoral Detrás de ese objetivo, CLAAS Argentina puso en marcha una nueva jornada de entrenamiento a campo que resumió las últimas novedades para la producción forrajera y la cosecha de granos. Como ya es habitual, en el campo ubicado en ruta 34, km 255, en Sunchales, los productores, técnicos y contratistas participaron de un nutrido intercambio de información sobre manejo de malezas en maíz, prácticas de henificación; la dicotomía rollo vs. fardo, la producción de alfalfa, el campo que viene, las pérdidas en cosecha y el embolsado, y todo con maquinarias en movimiento y a disposición del público. Estrategia combinada La primera parada a campo fue sobre maíz. Allí, el Ingeniero Eduardo Cortés del INTA San Francisco disertó sobre las alternativas de manejo de malezas en pre y post emergencia de maíz. Luego, el Ingeniero Gustavo Saldaña de BASF se refirió a las nuevas tecnologías en maíces Clearfield, en conjunto con Pablo Lorincz de la semillera KWS, con quienes implementaron una estrategia combinada eficaz apara el control de malezas. La segunda estación estuvo destinada a las dinámicas de maquinaria para corte, hilerado y henificación de pasturas a cargo de Mainero y CLAAS. Además, la firma Richiger realizó una demostración de embolsado de forrajes. Allí, los presentes pudieron ver a campo la nueva picadora Jaguar 960 con cabezal Pick up. Se trata de la nueva serie 498 presentada este año en La Rural y que comienza a estar disponible comercialmente para el mercado argentino. También se exhibió el rastrillo giroscópico Liner 4000 de 15 metros de ancho de trabajo y la megaenfardadora Quadrant 3300. ¿Rollos o fardos? Federico Sánchez, de INTA Marcos Juárez, explicó cómo decidir entre rollos o fardos según el objetivo y sistema de producción. “Argentina henifica actualmente unas 750.000 hectáreas de alfalfa con una producción que ronda las 5.500.000 toneladas de Materia Seca (MS) de heno, de las cuales el 70 % son rollos, el 18 % son confeccionadas en megafardo y el resto en formato de fardos y heno picado y embolsado. El desafío es lograr que todas las tecnologías de proceso que hoy utilizan los contratistas o grandes productores de alfalfa para elaborar megafardos de alta calidad se repliquen en la confección de rollos a nivel de productor”, explicó Sánchez. En diálogo con Campolitoral, sostuvo que el forraje es la principal herramienta en la que ha evolucionado la ganadería: “así como la Siembra Directa potenció la agricultura en los últimos años, el forraje conservado ha sido lo mismo para la ganadería de carne o leche”, analizó. “En 1993 se producían 80 mil has de maíz y bastante heno en un comedero para aprovecha el excedente del verano en el invierno. Hoy ese concepto ha quedado antiguo, y ya trabajamos con un mixer que prepara una ración perfectamente mezclada con distintos ingredientes, algunos que dan fibra, otros proteína, otros energía, y esa vaca (leche) o ese novillo (carne) tiene que comer todo el año lo mismo para poder estabilizar la producción, y lograr ciertos niveles, en base a los alimentos que le estamos ofreciendo”. Sánchez enfatizó que en materia de silaje, de aquellas 80 mil has del 93, hoy estamos pisando las 2 millones de has destinadas al sijale de maíz, “y también se ha crecido mucho en el tema de la henificación, aunque todavía tenemos mucho que mejorar en esto último, sobre todo en lo referente a la tecnología de procesos. El desafío es saber cómo hacemos para que esa pastura que tenemos en el campo la podamos henificar o la podamos conservar con la mayor cantidad de proteína y digestibilidad posible”. Tips forrajeros El especialista hizo hincapié en que el heno de alfalfa no sea solo una fuente de fibra, sino que conservando la hoja durante todo el proceso nos aporte la proteína, “y que a la hora de meterlo en un acoplado mixer nos permita disminuir los productos que tenemos que comprar tranqueras afuera, como el expeller de soja”. Además, manifestó que en el tema de sijale, los contratistas de forrajes conservados son los más profesionales de la Argentina. “Lo importante es planificar la fecha de siembra del cultivo para estimar la fecha de picado, sacar el turno, realizar el picado en el momento oportuno. Recomendamos hacerlo con el 35 a 40 % de materia seca, para aprovechar los aportes del grano, y en el silaje, nos queda un silobolsa muy bueno pero a veces le hacemos una mala apertura, rompemos la estructura original y esa aireación permite el ingreso de bacterias, generando pérdidas”. Otro paso importante es la henificación. “Recomendamos realizar los cortes en la alfalfa en etapa de botón floral, en el rebrote de 5 cm. Realizar el rastrillado con el 35 % de humedad previo a la roto enfardadora para evitar pérdidas de hoja y no trabajar con menos de 13 % de humedad para cuidar la calidad de heno”. Finalmente propuso que los productores incorporen el humedímetro para saber si estamos haciendo las cosas bien. Capacitarse “garpa” Por su parte, Patricio Aguirre Saravia, pte. de la Cámara Argentina de Contrartistas Forrajeros destacó el impacto en el bolsillo que tiene la capacitación. “La Cámara tiene 141 miembros. Son empresas asociadas Argentina, además de 3 de Uruguay, 2 de Paraguay, Chile y Brasil. La meta es la capacitación, queremos que el contratista marque una diferencia en el mercado interno y que se vea desde otra óptica la profesionalización de la actividad. Creemos en la enorme diferencia que eso marca. Al ser contratistas nos movemos de norte a sur, de este a oeste, y vamos recabando la información que le sirve al productor”. Consultado sobre el camino aprendido, se mostró optimista. “Creo en las buenas experiencias, y cuando las buenas experiencias se tornan en un porcentaje alto se repiten, y de eso se trata. Pero ese trabajo ya está casi resuelto: el tamaño, el procesamiento del grano, etc., son cosas que ya se saben, y por eso ahora nos enfocamos en el después: el mejor uso, aprovechamiento, métodos de medición, etc. Hoy hay muchas tecnologías en el mercado”. Respecto de la experiencia vivida en Agritéchnica, Alemania, contó que pudieron ver el alto grado de tecnología que tienen las maquinarias argentinas. “Allá vimos la gran cantidad de información que transmiten, pero hay que saber interpretar toda esa información. Para el productor, la extracción y la capacitación, forman parte del proyecto ganadero de todo un año en carne y leche, y todo eso tiene que ser parte de una cadena de conocimiento, una simbiosis, porque a nosotros nos evalúan a partir que nos vamos. Lo que nosotros hicimos será evaluado a lo largo de todo el año y es importante que nos critiquen con una mirada a mejorar el conocimiento”, sostuvo. Al mediodía, el consultor económico Salvador Di Stéfano presentó su tema: “El campo que viene. Dólar 2018 y cómo financiarse en los mercados”. El economista rosarino apeló a la necesidad de un compromiso ciudadano de parte de los productores, apostando fuerte a una recuperación económica a través de la compra de maquinaria y apostando al largo plazo. “Debemos dejar de pensar y actuar como sobrevivientes para hacerlo como ciudadanos. Sólo actuando como una República podremos planificar una recuperación económica”, expresó. Una novedad Después del almuerzo dio inicio el segmento de Experiencia en Cosecha, con disertaciones sobre pérdidas en esta etapa y en el embolsado de granos. Allí los presentes pudieron participar de las dinámicas de cosecha con los modelos Lexion 780 y Tucano 570 de CLAAS, y de embolsado con el equipo de Richiger. La frutilla del postre llegó con la presentación de los nuevos tractores de la marca: el Xerion 4500 y el Axion 930, que trabajará equipado con el disco de 10,70 metros de ancho de corte, el más grande del mercado. Al finalizar, los asistentes pudieron subir a las diferentes máquinas para vivir su propia experiencia. Es que arriba de los fierros, la cosa tiene otro color.

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