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OPINIÓN

27 de abril de 2021

Una piñata de obra pública para Rosario

ves. Los anuncios del gobierno nacional le permitirán a Perotti una acción estatal intensa en Rosario, si es que lo programado se cumple. Todas las encuestas marcan descontento con la economía nacional y la seguridad provincial.

Omar Perotti cree que la piñata de anuncios que formularon el presidente y los ministros marcan un punto de quiebre en la administración de obras en Santa Fe. Que no será como otras veces, como miles de veces, en que un presidente prometía paraísos perdidos.

  Perotti se enoja cuando se le reprocha falta de vocación consensual para acordar con la oposición. “Acaso, ¿usted, ha escuchado alguna vez a algún presidente comunal o intendente que se queje por discriminación política? Y, sin embargo, los diputados están con eso”, se queja el gobernador.

  El viernes, el presidente de la Nación le hizo un favor enorme a la Casa Gris. Es raro que durante estos tiempos de malaria llegue alguien para anunciar plata fresca y obras. Hay que esperar que esta vez sea verdad. Perotti se sorprende porque los intendentes que estuvieron 8 años no hayan podido terminar con las obras de cloacas y cuestiones que no se ven.

  Trae al redil algo que los peronistas rosarinos se extenuaban de decir cuando el socialismo se cansaba de ganar elecciones en Rosario. Que el Frente Progresista gobernaba para el centro de Rosario.

  Pues bien, hay que decirle hoy a Perotti que el centro de Rosario necesita un envión fundamental, porque se parece mucho, sobre todo luego de las 7 de la tarde, a Blade Runner.

Perotti y los rosarinos

Se le preguntó a Perotti, el viernes cerca de la medianoche, cuál era para él la obra más significante de todas las que se habían anunciado al mediodía. “El acueducto para Rosario”, dijo. El gobernador quiere sacar de escena cierta imagen de alejamiento de los problemas de Rosario. Entonces, vuelve sobre un episodio que no es menor tratándose de un peronista. Perotti ganó por el voto de los rosarinos.

  Ese respaldo lo van a necesitar él y Fernández cuando lleguen las elecciones de mitad de mandato. Hoy, las encuestas no son buenas, pero a base de vacunas y obra pública piensan revertir la situación.

  Los gobernadores peronistas —y Perotti no es la excepción —creen que lo fundamental es que el presidente de la Nación suba en imagen, hoy muy decaída, desgastada por las malas acciones. Quieren volver al escenario en que Fernández medía mucho mejor que Cristina. “Los votos de Cristina están y van a seguir estando. La clave del éxito es que se conjuguen los votos de ambos”, dicen cerca del gobernador santafesino.

  Es la fórmula del éxito que se asomó en 2019: “Con Cristina sola no alcanza, pero sin Cristina mucho menos”. Hoy, pareciera que lo único que quedó es el voto fiel del kirchnerismo. Y eso tiene una explicación. O dos. La primera es la escasa capacidad de liderazgo de Fernández y la otra la ausencia de los gobernadores a la hora de hacer una especie de fernandismo. ¿Cambiará esa lógica?

  Ese episodio interno se dilucidará cuando se armen las listas. El viernes, la senadora María Sacnun se mostraba como futura candidata a senadora, sonriendo desde la primera fila. No se lo vio por ahí a Roberto Mirabella, quien desde el vamos está señalado como el postulante de Perotti. Siempre sobrevuela Agustín Rossi, nombre cantado para ir por la Gobernación en 2023.

 El gobernador cree que el menú para las elecciones estará limitado a dos opciones: pasta o pollo. Frente de Todos o Juntos por el Cambio. Y que ahí tendrá su peso el recuerdo de los rosarinos respecto del gobierno de Mauricio Macri, que ni siquiera terminó las refacciones al Monumento a la Bandera.

  Según una encuesta de Inmediata Consultora, el 79,4% de los rosarinos considera que la situación económica nacional está “peor” o “mucho peor”. Sólo el 7,8% dice que está “mejor”. Pero, al igual que el trabajo de Innova, los números de Inmediata advierten que, en Rosario, el principal problema local es, por lejísimo, la inseguridad (64 por ciento de las menciones).

  Mientras no haya una acción deliberada, profunda y contundente contra el delito en todas sus variantes, Perotti tendrá el mismo pronóstico que se llevó puesto al Frente Progresista del gobierno. Es imbancable para todos que la ciudad de Rosario esté azotada por sicarios que sólo ensombrecen la calidad de vida de la ciudad. Está claro que la policías por sí sola nada puede hacer. Pues bien Fernández es hora de ocuparse, como había prometido Macri alguna vez.

  El presidente fue hábil en mostrarse asqueado por la situación y, hábilmente, encadenó una posible solución a la aprobación de la ley de reforma judicial, que un sector grueso de la oposición vincula a mejorar la situación procesal de Cristina Kirchner.

  Perotti se queja porque ningún legislador de la oposición se muestra de acuerdo con el capítulo Santa Fe, que habilita nuevos juzgados, mas personal y mayor ambición.

  Algo deberán hacer los gobiernos. Según el sondeo de Inmediata, el 50% de los rosarinos considera que su situación personal está “peor” o “mucho peor” que el año pasado, algo que puede ir dando un panorama sobre lo que se viene.

  La visita de Fernández mostró por donde debería ir el camino: estuvo flanqueado por dos intendentes opositores, en un marco de consenso y diálogo que contrasta con la locura tóxica que se deja ver en la televisión porteña.

Fuente:La Capital

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