Estudiar mejor y concentrarse al máximo no son tareas imposibles. La psicóloga Lucila Sastre se ocupa desde hace tiempo en acompañar a estudiantes secundarios y universitarios en la organización de sus estudios. Desde esa experiencia, brindó algunos tips valiosos para aprovechar bien el tiempo y convertirse en "estudiantes estratégicos".
Cómo mejorar la concentración para estudiar en el nivel superior
Dormir bien: "El descanso y el sueño reparador ayuda a aumentar la concentración y el rendimiento durante las horas de estudio. Generalmente los alumnos en la facultad tienden a quedarse despiertos durante las noches. Después les resulta complejo sostener una rutina durante el día, sobre todo porque hoy en día también hay estudiantes que trabajan. Entonces, lo importante es poder mantener una rutina de sueño como primer punto".
Establecer un espacio: "Tener un espacio adecuado de estudio es fundamental. De la manera en que se pueda, porque no todos tienen las mismas posibilidades. Es importante conseguir un lugar para estudiar lo más despejado posible, ordenado, donde uno se sienta cómodo para poder estudiar, que lo motive y lo ayude a poder enfocarse. Puede ser en los propios hogares, en las bibliotecas de las facultades o en la casa de un compañero o familiar. Siempre y cuando sean espacios donde uno pueda sentirse a gusto para lograr una mayor concentración y dedicarse de lleno al estudio".
Gestión del tiempo: "Optimizar el tiempo que se tiene disponible, planificar, organizarse y buscar las técnicas de estudio más adecuadas. Establecer horarios fijos como un hábito, franjas de tiempo sin interrupciones, excepto las que se elijan para distraerse o relajarse. Lo ideal es asignar tiempos en función del tipo de tarea. Lo recomendable es entre 15 y 40 minutos, por ejemplo, para hacer ejercicios breves, redactar textos, repasar para un examen. A medida que se genere el hábito, hay que empezar a aumentar los períodos de estudio, un poquito más cada día".
Eliminar distracciones: "Es fundamental tratar de eliminar lo más posible los distractores que fomentan la procrastinación, como pueden ser los dispositivos electrónicos, celulares, las redes sociales. Entender que en la etapa de facultad, el tiempo que se debe destinar al estudio es mayor que en el secundario, por lo que es recomendable dejar a un lado las distracciones que lleven a una postergación completa de las lecturas del material. Hay que empezar la tarea ya y no perder el tiempo, lo que hará más difícil volver a arrancar".
Persistencia: "Es la palabra clave. La idea es cumplir los objetivos de estudio de una forma cómoda y lo más amena posible. También es importante que los objetivos planteados sean específicos, medibles y realizables, de manera de ir cumpliéndolos en el corto, mediano y largo plazo, y que esto vaya generando mayor motivación para continuar".
Hacer pausas: "Que sean descansos periódicos que puedan permitir a nuestro cerebro oxigenarse, poder generar otros recursos, establecer conexiones neuronales facilitadas a partir de estos cortes. Uno de ellos tiene que ser una pausa más larga, de 30 minutos".
¿Y la ansiedad?: "Si el/la joven que va a ser ingresante está convencido de lo que eligió y está con ansiedad antes de empezar la facultad, quizá la sugerencia no sea comenzar a estudiar de antemano, pero sí le recomendaría que revise el plan de estudios, que vea qué materias tiene, la carga horaria y demás factores que pueden incidir en su futura organización. La clave es que pueda empezar a organizarse, y esto le ayudará a bajar las ansiedades que aparecen ante lo nuevo, lo desconocido. También el joven que va a ser ingresante puede acercarse a la facultad, conocer el edificio, las aulas. Y volver a los intereses: pensar por qué eligió esa carrera, y qué lo motivó".
fuente: El litoral
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